EN ZARAGOZA

El mercadillo medieval vuelve este fin de semana a San Bruno

El especio estará dividido en tres zonas que representan las tres culturas de la ciudad: la cristiana, la árabe y la hebrea

La X edición del mercado medieval de las tres culturas llega mañana a los alrededores de la plaza de San Bruno. De viernes a domingo y desde las once hasta la medianoche, los vecinos que se acerquen a este mercadillo podrán disfrutar de la artesanía, la gastronomía y el arte propio del medievo aragonés.


Más de 100 puestos llenarán las calles y plazas próximas a la plaza de San Bruno y de La Seo. "Este año se han elegido las propuestas más selectas y de mayor calidad", comentó el teniente de alcalde de Infraestructuras y Participación Ciudadana, Antonio Becerril.


Entre todos estos puestos, 55 estarán dedicados a la artesanía artística: tejedores, orfebres, escribanos o sopladores de vidrio mostrarán su tradicional modo de hacer; en otros 50 se venderá artesanía alimentaria como quesos, embutidos, miel o repostería; y 12 recrearán tabernas medievales y antiguos puestos de restauración. Todo estará acompañado por una decoración de época. "Queremos que se convierta en un improvisado teatro que traslade a los visitantes a una época pasada", explicó Becerril.


La principal novedad de esta edición radica en el cambio de fechas. La celebración del mercado se ha retrasado para que no coincidiese con la Expo "y así los zaragozanos no tuviesen que elegir", comentó el teniente de alcalde.


Esta es una actividad con la que los vecinos de la capital aragonesa se sienten muy identificados. El año pasado unas 200.000 personas participaron en ella. En esta ocasión el mercadillo estará amenizado por una exhibición de cetrería, en la que se podrán ver búhos, lechuzas, águilas y halcones. La programación también incluye talleres, pasacalles y como todos los años, el rincón infantil. Un espacio dedicado a los más pequeños en el que unos monitores les guiarán por diversos juegos tradicionales.


El presidente de la Junta de Distrito del Casco Histórico, José Manuel Alonso, destacó las tres facetas de este mercadillo. Quiso subrayar que no se trata solo de una actividad lúdica y cultural. Según Alonso, también es una manera de mostrar que la convivencia pacífica y cooperativa entre distintas culturas forma parte de la historia de la ciudad. "Es un mensaje del pasado hacia el presente", concluyó.