CINE

Carmelo Gómez: "El cine español está mendigando"

El actor leonés rueda junto a Hugo Silva 'Agallas', historia que se adentra en el tema del narcotráfico.

Carmelo Gómez no para de bromear. Pendiente de estrenar en el Festival de San Sebastián las películas 'La casa de mi padre' y 'Cosas insignificantes', el actor leonés se encuentra inmerso en el rodaje de 'Agallas', historia que se adentra en el tema del narcotráfico y en la que tiene como compañero a Hugo Silva, uno de 'Los hombres de Paco'. Conocido por el gran público por su elogiada interpretación del 'ministral' en la miniserie 'La Regenta' y con una carrera cimentada en teatros independientes, Gómez hace de "malo, de malísimo", un papel con el que el actor de 'Días contados', 'El perro del hortelano' y 'Secretos del corazón' está "encantado". 

¿Qué es lo que le atrajo de Ramón Regueira, su personaje?


Su irreductible maldad. Su patria es el robo, la extorsión y el crimen, y yo creo que ese es el alter-ego de casi todos nosotros. 


Un papel muy distinto al que nos tiene acostumbrados 


Lo maravilloso es que afronto un personaje que nunca había hecho. Tenía muchas ganas de dar vida a un tipo así, un malo, malísimo, porque, a pesar de que siempre queremos ver esa imagen romántica del bueno que lucha por los ideales, eso es muy adolescente. Y estoy harto, porque en el fondo todo el mundo habla de los malos con rabia, pero luego les vota.


¿Cree que se da mucho el caciquismo en nuestro país?


Creo que está instaurado como mentalidad. Cuando pasó lo del Prestige se dijo aquí "ojalá nos vengan más". Todo porque les estaban dando un dinero público. Y lo más grave es que no es un pensamiento gallego, es un pensamiento nacional. ¿Os habéis fijado que este año no se queman montes? Pues probablemente sea, y digo probablemente para que no me lleven a los tribunales, porque ya no interesa quemar nada para conseguir áreas urbanísticas. Y tampoco hace falta la madera para construir porque estamos en crisis, así que `bienvenida sea!


¿Cómo se prepara para hacer de malo? ¿Le ha llegado a comprender? 


No, pienso que si esto lo saco es porque algo entiendo de este tío. Llevo mucho tiempo enfrentándome a pájaros de mucho cuidado que te amenazan, siempre en privado, nunca en público. Tenía ganas de hacer a un tío como estos, un tipo que tiene una imagen cojonuda y que luego te dice "te voy a hundir". Yo sé que mucha gente no se va a sorprender de ver a Ramón Regueira.


Una realidad

 

Andrés Luque y Samuel Martín Mateos se estrenan como directores con 'Agallas' y las dos películas que presenta en San Sebastián también son óperas primas. ¿Es más fácil hacer cine ahora? 


No, es la realidad del cine español. A la tercera cinta ya no se les considera nuevos realizadores y no tienen subvención. Es una desgracia pero es así. Si miras nuestro cine te das cuenta de que hay muy pocos filmes de directores que lleven tiempo en la industria. 


¿En qué estado ve al cine español?


Pues no lo veo bien. Está mendigando y esa es una situación muy difícil para la creatividad. El cine, como todas las artes, debe ir por delante de la sociedad y no por detrás como está ocurriendo. Y ahora el cine tiene que suplicar a cualquier televisión que le de alguna subvención. La televisión dice "espera, a ver qué guión tienes" y entonces produce aquello que sea comercial.


Muchos piensan que para triunfar aquí hay que emigrar como han hecho Penélope Cruz y Javier Bardem. 


Puede ser. Pero ocurre lo mismo con el deporte. Hasta que no consigues un campeonato fuera no eres nadie. Este es un país pequeño con un gran complejo de inferioridad, entonces cuando se triunfa fuera somos la ostia. A los franceses esto no les pasa, aplauden a sus propias figuras. Creo que no hace falta ir a la meca para abordar grandes trabajos. Bardem ya había hecho buenas películas, quizá mejores, pero ¿quién se atreve a decirlo?


¿Usted haría las maletas?


No, porque me gusta mucho mi tierra, mi gente, mi barrio y me gusta bucear, y aquí se hace de lujo. Y, sobretodo, porque sólo puedo trabajar en el idioma en el que sueño. Además, a mis 46 años tampoco estoy en una edad como para ir a buscarme las Américas.