ENTREVISTA

Fernando Tejero: "Todo lo hago como si fuera un Shakespeare"

El Festival de Tarazona entregará el sábado el premio Talento de Comedia a este cordobés, del que ayer se proyectó a concurso "Fuera de carta", dirigida por el aragonés Nacho García Velilla.

PREGUNTA.- Después de premios como el Goya o el de la Unión de Actores, ¿le sigue haciendo ilusión recibir galardones, como el Talento de Comedia de Tarazona?


RESPUESTA.- Por supuesto, todo lo que sea un reconocimiento supone un halago. A mí me hace mucha ilusión. Quien dice que los premios no son importantes es porque no se los dan. A nadie le amarga un dulce. Un reconocimiento anima a seguir adelante, porque alguien como yo necesita que otro le diga que siga en esto porque tiene talento.


P.- Le veo floja la autoestima…


R.- (Ríe) No es que tenga la autoestima baja. O, bueno, sí… Es que me autocritico y me machaco mucho. Pero forma parte de este trabajo, que es una carrera de fondo, un aprendizaje continuo. El día que deje de tener nervios y de querer dar más, habré dejado de ser actor. Sin ese compromiso, no estás ahí.


P.- Cuando el espectador ve algo divertido, como "Fuera de carta" o "Aquí no hay quien viva", tiende a pensar que los actores lo pasan muy bien haciéndolo, ¿es así?


R.- Con Malena Alterio, con la que tengo una gran química porque nos parecemos mucho, y sufrimos mucho, lo hablaba el otro día. ¿Cuándo llegará la película en la que disfrutemos plenamente? Es muy difícil que en una secuencia uno sienta que ha conseguido su meta, que la cámara no te intimide, disfrutar porque sientes lo que estás diciendo... Hay muchísima gente que piensa que la comedia es muy fácil. Pero yo me dejo la piel. Sea el trabajo que sea, en el momento que lo estoy haciendo es lo más importante de mi vida. Me tomo cada cosa como si fuera el mejor Shakespeare.


P.- ¿Y con qué disfruta?


R.- Con mis amigos, viendo una película, leyendo en mi casa de Madrid... Con Woody, mi perro, disfruto mucho. Estoy de vacaciones en Cádiz y esta mañana mi familia ha intentado llevárselo a la playa, pero no ha querido, se ha quedado debajo de mi cama. Le he abrazado y le he dicho: eres mi mejor amigo. Con lo que no disfruto nada es leyendo el periódico cada mañana. Vivimos en un mundo lamentable, a mí me afecta mucho todo lo que pasa a mi alrededor.


P.- ¿Qué tal fue con el aragonés Nacho García Velilla en "Fuera de carta" y "Gominolas"?


R.- No nos ha dado tiempo a conocernos mucho. "Fuera de carta" fue una experiencia bonita, hacía tiempo que queríamos trabajar juntos y el encuentro fue muy bueno. Ha quedado una comedia muy loca, muy divertida, la pretensión era que la gente lo pasara bien y se ha conseguido. Está entre las películas más taquilleras del año. Con "Gominolas" yo no estaba muy contento. Era una tragicomedia que no acababa de ir para un lado ni para otro. Era en el capítulo que no se llegó a emitir cuando la serie estaba mejor.


P.- ¿Cómo va su último filme, "Al final del camino"?


R.- He terminado el rodaje y estoy muy contento. Es el tercero que hago con el director Roberto Santiago. Hemos rodado en Galicia, un sitio maravilloso, y ha sido con Malena, a la que adoro, porque hemos ido andando juntos pasito a pasito en esta profesión. La gente cree que la conocí en "Aquí no hay quien viva", pero en la primera función teatral que hice en mi vida, con Animalario, ya estaba ella. Y también en "Torremolinos 73". Tenemos una química muy especial.


P.- ¿Lo acompañará ella a Tarazona, o se traerá a Woody?


R.- Malena, la pobre, estrena dentro de nada su nueva película, "Una palabra tuya", y anda estos días muy liada con la promoción. Y el perrito estoy pensándome si llevarlo. Viene conmigo a cada rodaje, pero cuando puedo evitarle el estrés de un viaje, lo hago. Aunque el educador me dijo que el perro quiere estar donde esté yo. Se me sube encima de la maleta.


P.- ¿Cuáles son sus próximos compromisos laborales?


R.- Ahora voy a descansar un tiempo, lo necesito. A partir de septiembre haré unos cursos de interpretación y voz. Tenía que parar porque llevo ocho años de locura, con mucho trabajo, y quiero mirarlo tomando distancia, digerirlo y empezar a hacer lo que me apetezca.