DANZA

Natalia Tapia: "Mi hermana disfrutaba más que yo cuando aprendía danza"

Nacida en Zaragoza en 1978, Natalia Tapia empezó muy niña su formación como bailarina en la Escuela Municipal de Danza de Zaragoza y debutó profesionalmente a los 16 años en el Jeune Ballet de France, bajo la dirección de Robert Berthier. Desde 1996, estuvo en la compañía de la Ópera de Zurich, dirigida por Heinz Spoerli, para incorporarse en 2002 al ballet que el aragonés Víctor Ullate había formado en Madrid. El año pasado, bailó con Ángel Corella interpretando la "Suite del corsario" y "Who Cares?", y el bailarín ha contado con ella como bailarina principal para el ballet que acaba de crear con el respaldo de la Junta de Castilla y León, que debutará en el Teatro Real de Madrid en septiembre.


¿Cómo conoció a Ángel Corella?

En persona, lo conocí en el estudio del Parador de La Granja, tomando una clase.


¿De qué manera surgió la posibilidad de incorporarse a su nuevo Ballet?

Pues fue ese mismo día. A través de nuestro fisioterapeuta Ricardo, al que yo conocía con anterioridad, me enteré de que necesitaba gente para un espectáculo en Córdoba. Por suerte, en ese momento yo estaba libre y fui a tomar clase con él. Ángel me ofreció bailar con él en ese espectáculo y así comenzó todo.


¿Qué proyectos tiene la compañía?

Que yo sepa, bastantes. Muchas giras nacionales e internacionales. Va a ser mucho trabajo pero con mucho gusto.


¿En qué obras y lugares va a actuar usted la próxima temporada?

Por el momento, vamos a bailar dos programas diferentes -"La bayadera" y un programa mixto- por toda clase de ciudades en España y en el extranjero. Yo bailo en "La bayadera" y en dos de los otros ballets. Por el momento no tengo previsto bailar fuera de esta compañía, aquí tengo mucho trabajo que hacer.


¿De dónde procede su vocación de bailarina?

Es tan simple como que mi madre, cuando yo tenía 5 años nos inscribió a mi hermana y a mí en un gimnasio para dar clases de ballet. Era más para pasar el rato que otra cosa, pero la profesora habló con mi madre para decirle que veía futuro en mí. Mi madre, entonces, me inscribió en la Escuela Municipal de Zaragoza y así comencé mi formación.


Empezó en la escuela de danza con Cristina Miñana, ¿cómo recuerda sus inicios en esta disciplina?

Recuerdo mucho a mi hermana Susana, ya que empezamos juntas. Ella se reía mucho y lo pasaba muy bien. Yo por el contrario me lo tomaba más en serio y siempre intenté hacerlo lo mejor posible. Creo que ella lo disfrutaba más.


De todos los consejos que le habrán dado, ¿cuál le ha sido de más ayuda en su vida y quién se lo dio?

¡Han sido tantos y tantas personas! Pero sobre todo ha sido el consejo de mi madre cuando me decía que haciendo las cosas bien, trabajando duro y siendo buena persona, al final te llega tu recompensa.