ANIVERSARIO

Los dibujos animados cumplen cien años

El próximo 17 de agosto se cumplen cien años de la proyección pública de la que para muchos es considerada como la primera película de dibujos animados de la historia del cine, "Fantasmagorie". Desde entonces, mucho ha cambiado en la forma de hacer dibujos, aunque la esencia es la misma: engañar al ojo para crear la ilusión de movimiento.

El próximo 17 de agosto se cumplen cien años de la proyección pública de la que para muchos es considerada como la primera película de dibujos animados de la historia del cine, "Fantasmagorie". Se trata de una cinta de 36 metros de longitud y una duración de 1 minuto y 57 segundos en la que aparecen varios personajes de línea simple animados sobre papel en película de alto contraste realizada por el francés Emile Cohl, autor de cerca de 300 films de los que hoy sólo se conservan 65. Cohl comenzó su carrera en Francia para trasladarse después a Gran Bretaña y más tarde a Estados Unidos, donde fue uno de los primeros cineastas europeos en emigrar hacia la futura Meca del Séptimo Arte y contribuyó al desarrollo de la animación cinematográfica junto a George McManus con quien colaboró en la primera serie de dibujos animados. En "Fantasmagorie", que gracias a las nuevas tecnologías puede encontrarse fácilmente en Internet, Cohl nos presenta a un simpático personaje que tras destrozar el frondoso sombrero de la señora que se sienta delante de él en el teatro impidiéndole la visión, sufre una serie de peripecias surrealistas que le llevan desde el enfrentamiento con una botella de champagne a una siesta sobre la trompa de un elefante pasando por la transformación en una flor o la caída desde la ventana de un edificio. Como recuerda el historiador del cine Georges Sadoul, Cohl, que había nacido el año 1857 en París, "no fue solamente un extraordinario técnico, creando o desarrollando diversos procedimientos -dibujos que se van haciendo solos, animación de dibujos, muñecos, objetos, recortes-, sino también un gran artista, gracias a la precisión maliciosa de sus dibujos y a su fantasía extravagante". Para Sadoul, el francés es "el más directo antecesor de la animación moderna". Arruinado y en la indigencia durante los últimos años de su vida, Emile Cohl murió en 1938 a causa de un desgraciado accidente cuando su barba se incendió con la llama de una vela en el asilo en el que estaba recluido. Para el también historiador del cine, Giuseppe Lo Duca, "la idea de Emile Cohl no fue solamente una intuición sino el comienzo de un arte que él llevó tan lejos como los medios de la época se lo permitieron e incluso hasta los límites extremos de lo cómico y de lo surrealista".

 

En cualquier caso, aunque "Fantasmagorie" es considerada como la primera película de animación, hay también quien reserva éste mérito para el aragonés Segundo de Chomón, que en 1905, diez años después del nacimiento oficial del cine, realizó dos películas, un documental, "Eclipse de sol", y una animación titulada "El hotel eléctrico". Incluso hay historiadores anglosajones que citan como primera película de animación "La casa encantada" del británico, afincado en Estados Unidos, James Stuart Blackton.

 

Antes que el propio cine

 

Lo cierto es que la animación nació antes que el propio cine. En 1888, el francés Emile Reynaud presentó en sociedad su "praxinoscopio", uno de los muchos juguetes ópticos inventados a finales del siglo XIX, con una técnica de animación que podía definirse como pre-cinematográfica y que fue el antecedente de su "teatro óptico", gracias al cual se proyectaban imágenes en movimiento acompañadas con música de piano. Otro de los grandes pioneros, Georges Mélies, que en 1902 entró por derecho propio en la historia del cine con su genial "Viaje a la luna", había sido uno de los asistentes a la histórica función de cine de los hermanos Louis y Auguste Lumiere en el Grand Café Volpini cuando se proyectó "Llegada de un tren".

 

Gran rival de Chomón, que se trasladó desde Barcelona a París para competir con él, el francés también utilizó en sus películas numerosos efectos especiales realizados a partir de las técnicas de la animación. También precursor de la animación cinematográfica, el norteamericano Winsor McCay fue el creador de la famosa tira cómica de El pequeño Nemo publicada durante años en el New York Herald, montó, en colaboración con James Stuart Blackton, un espectáculo de vodevil durante el cual aparecía en una pantalla el popular Nemo en movimiento. Y es que si el cine de animación nació en Francia, fue en Estados Unidos donde alcanzó su pleno desarrollo.

 

Fue allí donde Earl Hurd patentó en 1915 la técnica del "cells", hojas transparentes de celuloide sobre las que se dibujaba para superponer imágenes en movimiento sobre un fondo fijo. Un sistema perfeccionado después por Raoul Barré, canadiense afincado en Nueva York, que utilizó por primera vez la técnica de perforar los márgenes de los dibujos para asegurar la estabilidad de las imágenes durante la filmación. DISNEY Y LA EPOCA DORADA Después llegarían los hermanos Max y Dave Fleischer, inventores del "rotoscopio", un ingenio que permitía superponer personajes animados sobre personajes reales, y padres de personajes que alcanzaron una inmensa popularidad como el payaso Coco, la irresistible y glamourosa Betty Boop o el inolvidable Popeye, creado en un principio como imagen publicitaria de una marca de espinacas en conserva.

 

Los Fleischer fueron los principales competidores del que, con el tiempo, se erigiría en rey indiscutible del cine de dibujos animados, Walt Disney, que al principio también encontró una fuerte competencia en Otto Messmer, el creador de Félix el gato, el precursor de los animales antropomórficos que, como sucedió con el ratón Mickey, tanto éxito otorgarían a Disney. Nacido en 1901, Walt Disney era un dibujante publicitario que pronto comenzó a interesarse por los dibujos animados y en 1924 crea la serie de Alice Comedies.

 

En 1928, la llegada del sonoro y el color abre también para Disney un mundo de nuevas posibilidades que supo aprovechar al máximo gracias al perfeccionamiento del truco multiplano que permitía la descomposición del dibujo y que utilizó por primera vez en 1937 en su histórico film "El viejo molino". También de 1937 y también de Walt Disney es el primer largometraje de dibujos animados "Blancanieves y los siete enanitos", al que seguiría una larga serie de míticos títulos hoy convertidos en clásicos como "Fantasía", "Pinocho", "Dumbo", "Bambi" y tantos otros que conformaron la época dorada de la animación que tras la segunda Guerra Mundial se nutriría de los genios de hombres como Walter Lantz, creador del Pájaro Loco, William Hanna y Joe Barbera, padres de Tom y Jerry, o Ray Harryhausen, creador de El viaje de Simbad, cuyos más recientes herederos son los creadores de los Pixar Animation Studios, máximo exponente de la animación por ordenador y en 3D, por el momento, último capítulo de una historia que ya ha cumplido cien años.