CONCIERTO PARA TODOS

Barenboim y la West-Eastern Divan abren su gira con Wagner en la Plaza Mayor de Madrid

Miles de personas, en un respetuoso y absoluto silencio, se mantuvieron fieles a su cita anual en la madrileña Plaza Mayor con el director Daniel Barenboim y la Orquesta West-Eastern Divan, que, acompañados por unos espléndidos cantantes, elevaron la música del compositor alemán Richard Wagner por encima de tabúes en el concierto inicial de su gira veraniega.


La novedad de este concierto, el quinto gratuito que ofrece el maestro en la céntrica plaza, era el programa que incluía, además de la hermosa Sinfonía Concertante en si bemol del compositor clásico vienés Franz Joseph Haydn (1732-1809), el primer acto de la ópera "La Walkyria" de Wagner (1813-1883), un compositor "tabú" en Israel por la utilización que hicieron los nazis de su música.


Pero la Orquesta West-Eastern Divan, fundada en 1999 por el director argentino-israelí y el intelectual palestino Edward Said- es -según Barenboim- "una república independiente" que quiere elevarse por encima de tabúes y polémicas políticas de cualquier país.


"Estamos por encima de los partidos políticos", afirmaba esta mañana Barenboim en la presentación del concierto; un "privilegio" que se repite cada año, según el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, y que el director de orquesta parece querer repetir en 2009, cuando celebre el décimo aniversario de la formación musical con un concierto en Salzburgo (Austria) con "Fidelio", del compositor y pianista alemán Ludwig van Beethoven (1770-1827).


El Premio Príncipe de Asturias de la Concordia ha vuelto a dirigir -con su particular estilo y sin partitura- a una orquesta formada por jóvenes árabes, israelíes y españoles, que entre la violencia del conflicto en Oriente Medio se han convertido en un símbolo de la concordia y el entendimiento.


Si en su edición pasada, la tradicional cita estuvo marcada por una intensa tormenta de verano que hizo aflorar las capas de plástico y los paraguas, esta noche el calor manaba del adoquinado de la plaza, sólo aliviado por una ligera brisa y el vaivén de los abanicos.

Al aire libre y gratuíto

El Ayuntamiento había vuelto a colocar 3.500 sillas, todas ellas ocupadas, además de los asistentes de pie que llenaron la plaza en un respetuoso silencio, digno de mención para un concierto al aire libre (la plaza tiene un aforo de 8.000 personas entre público sentado y en pie).


En primera fila, la concejala del Área de las Artes, Alicia Moreno, la viuda de Edwar Said, y el alcalde, que departió con algunos de los asistentes, como el compositor Tomás Marco o el cantante Enrique de Viana.


Los solistas de "La Walkyria" han sido la soprano Ángeles Denoke -muy conocida por los aficionados a la lírica madrileña-, el tenor Simon O'Neill y el bajo John Tomlinson, que llevaron su interpretación más allá de la versión concierto y que fueron largamente aplaudidos en pie.


Pero el que ha vuelto a recoger a manos llenas el afecto del público madrileño -al que dice le une ya una "relación de lo más íntima"- ha sido Barenboim que, cada año y con cada programa, sube un peldaño en exigencia y entrega de su orquesta y sus espectadores -el agosto pasado incluyó en el último momento las Variaciones del austríaco Arnold Schönberg (1874-1951), una pieza de gran dificultad-.


En la Sinfonía de Haydn, los solistas fueron el violín Guy Braunstein, el oboe Ramón Ortega, el violoncelo Hassan Moataz El Molla y el fagot Mor Biron.


La gira llevará a la orquesta -que este año ha contado con músicos venezolanos del Sistema de Orquestas Infantiles y Juveniles de aquel país- al Teatro de la Maestranza en Sevilla (mañana, 6 de agosto), a Huelva (7 de agosto) y al Auditorio de Zaragoza (8 de agosto).


Posteriormente, seguirán Londres, Colonia (Alemania), Copenhague, Oslo, Estocolmo, Berlín y París. El concierto suspendido en Ammán (Jordania) por problemas de seguridad se celebrará en Ravello (Italia).