HISTORIA

La expulsión de los moriscos cambió la realidad aragonesa

El profesor universitario Manuel Lomas presenta el libro "La expulsión de los Moriscos de Aragón", que revela el fracaso político y de integración que supuso esta medida de 1610.

La expulsión de los moriscos el año 1610 cambió todos los ámbitos de la realidad aragonesa, donde llegaron a representar más del quince por ciento de la población, según sostiene el profesor universitario Manuel Lomas, autor del libro "La expulsión de los Moriscos de Aragón".


El libro se ha presentado este miércoles con la presencia del autor, quien sostiene que entre 1609 y 1611 fueron expulsados de Aragón entre el 15 y el 20% de sus habitantes, para lo que se creó una burocracia específica y la llegada al territorio de tropas y tercios de Italia.


La expulsión de los moriscos, ha explicado el autor, generó fricciones entre el Rey y el Reino de Aragón y una importante intervención para organizar los embarques y fletes para su traslado a otras zonas de África.


Manuel Lomas señaló que a diferencia de lo que ocurre en otras Cancillerías, que tienen series completas, en la de Aragón (Archivo de Simancas) faltan legajos con documentación de este proceso.


Estos legajos, según Lomas, se los llevaron las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia por que pensaban que podrían encontrarse documentos relacionados con el asesinato del rey de Francia en 1610, ya que sospechaban que el monarca español estaba detrás de ese crimen.


Esta ausencia de documentos administrativos, dijo Lomas, ha obligado al uso de fuentes secundarias como los Libros de Inquisición que ha abierto nuevas perspectivas al estudio.


José Manuel Latorre, director del Centro de Estudios Mudéjares, que ha editado el libro, ha destacado por su parte que el libro es un trabajo que ofrece importantes novedades en el estudio de la historia de Aragón y revela el fracaso político y de integración de tan importante colectivo de población.


El libro recoge las tensiones sociales que generó, un auto de fe celebrado en Zaragoza, los costes económicos de la expulsión, el papel del Ejército y las deserciones que registró, además de los problemas que ocasionó la despoblación.