FESTIVAL EN MONEGROS

El centro europeo de música electrónica

El XIV Monegros Desert Festival ha vuelto a convertir la estepa desértica donde se localiza el recinto de esta cita de obligada asistencia para los amantes de la música electrónica y del hip hop, en una referencia a nivel europeo en su especialidad.

 

Desde el amanecer, a las 6.00, el dj británico Ben Sims atronaba a la audiencia para despertarla. Por si la fiesta empieza a decaer a esas horas. Después, sobre las 8, ha sido Sino Live! Technasia & Renato Cohe; una lluvia de bajos asesinos, bombos de guerra y descargas technoides no aptas para corazones débiles.


Felix Kröcher, un danés que aúna en sus sesiones los ritmos funkies con la tralla más contundente entraba a las  9.30 para después, sobre las 11,30 dar paso a Cristian Varela vs. Pepo: techno agitado a la vieja usanza para el fin de fiesta, en torno a las 14,30.

 

Los miles de asistentes disfrutaban después del mal comienzo de este sábado cuando varias pequeñas tormentas de viento y agua -afortunadamente, sin aparato eléctrico- dejaron un ambiente más bien fresco en una cita enla que se echó de menos el calor asfixiante que los asistentes asumen como parte de la fiesta.

Arranque con frío

Las primeras horas de la tarde fueron amenizadas por Óscar Mulero, que congregó a la mayoría de los festivaleros en el escenario principal, el Row4. Mulero no dio tregua en una larga sesión que se prolongó hasta casi las 23.00, mezclando la electrónica de corte experimental a la que tiene acostumbrado a su público. Poco a poco, el resto de escenarios se fueron llenando también.


Antes del comienzo del festival, la organización retiró las sombrillas, las mesas y el resto de material desperdigado por el recinto, para que el fuerte viento que a esa hora había empezado a soplar no provocase accidentes. Al mal tiempo, Juan Arnau, promotor de Monegros Desert, y Joaquín Cabos, director de infraestructuras del mismo, pusieron cara de circunstancias. La tormenta les metió el miedo en el cuerpo. Tenían muy presente lo que había sucedido en Zaragoza la noche anterior, en el Monsters of Rock, pero la tormenta pasó sin daños ni consecuencias.

 

En los alrededores


El ambiente que se vivía fuera del recinto era el de una gran fiesta, con gente llegada de todos los puntos de España y de la zona sur de Europa. Los franceses, los italianos y los portugueses se hicieron notar. Algunos comieron en la zona de aparcamientos, con sus pequeñas tiendas, sus neveras y sus botellones. Y es que la fiesta también estaba junto a los coches.


La presencia policial fue muy numerosa. Fueron frecuentes los registros y los cacheos para atajar el tráfico de drogas, especialmente de pastillas, en el recinto y en sus proximidades.


Los "monegrinos", la moneda oficial del certamen desde hace unos años -equivalente a un euro-, también provocó largas filas para adquirirlos en los puestos donde los vendían. Dentro del recinto, todas las transacciones se hacen en "monegrinos".