ARTE

Las Meninas de Manolo Valdés se adueñan ya de Independencia

Diecisiete esculturas del artista valenciano se exhibirán al público desde el jueves y hasta el 28 de agosto.

Diecisiete grandes esculturas jalonan ya una de las aceras del paseo de la Independencia para llamar la atención de los viandantes con su alma de bronce. De momento, ayer sorprendieron al paseante por estar totalmente cubiertas por una lona negra decorada con el anagrama de La Caixa, lo que ya daba pistas claras de que ocultaban en su interior. Porque las diecisiete obras forman parte de la muestra "Manolo Valdés en Zaragoza. Esculturas monumentales", organizada por la Obra Social de La Caixa, que la ha llevado hasta ahora por varias ciudades españoles, y que llega a la capital aragonesa gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Zaragoza.


Las diecisiete esculturas colosales que se instalaron con grúas el pasado fin de semana representan, entre otros temas extraídos de la historia del arte universal, a la Dama de Elche, la Gran Odalisca de Ingres y las dos meninas, las infantas María Teresa y Margarita, del lienzo que pintó Diego Velázquez. Popularmente, son conocidas ya como las Meninas de Manolo Valdés.


La muestra se inaugura el próximo jueves a las 12.00, y podrá contemplarse hasta el 28 de agosto, fecha para la que se espera que haya recibido cientos de miles de "visitas", si no millones, ya que Zaragoza batirá seguramente todos los récords de turistas este verano, gracias a la Expo.


"Arte en la calle"


La muestra es la segunda gran exposición que se incluye en el programa "Arte en la calle", una nueva línea de trabajo emprendida por la Obra Social de La Caixa con el objetivo de aproximar las creaciones de los artistas contemporáneos al público que no tiene por costumbre visitar museos y galerías.


"Arte en la calle" inició su andadura en 2006, con los bronces gigantes del artista Igor Mitoraj, que se han podido contemplar en Granada, Valencia, Palma, Vigo, Sevilla, Barcelona, Donostia, La Coruña, Almería y Madrid, entre otras ciudades.


La segunda exposición de "Arte en la calle" es la de Manolo Valdés, que llega ahora a Zaragoza, tras su paso por Valladolid, Córdoba, Valencia, Palma, Sevilla, Bilbao, Burgos y Barcelona. Las diecisiete obras se han instalado en una de las aceras del paseo, la opuesta al Centro Independencia, entre las calles de Zurita y de Juan Bruil.


Según aseguraba recientemente Jaume Lanaspa, director general de la Fundación La Caixa, "el objetivo del programa 'Arte en la calle' es acercar el arte al ciudadano para democratizar la cultura y hacer que salga de los museos".


Y por eso el artista seleccionado para esta segunda exposición fue Manolo Valdés. El creador valenciano afirmaba en una entrevista de hace algunas semanas que "el arte nunca ha sido patrimonio de los museos. La pintura o la escultura nunca se ha hecho para estar en un museo. Afortunadamente, después los museos existen y están llenos de cosas primitivas que no habrían sobrevivido. Pero el arte no se ha concebido para esos centros".


Valdés alcanzó fama internacional con su trabajo en el grupo Equipo Crónica, que se disolvió en 1981 tras la muerte de uno de sus integrantes. Desde entonces, Valdés siguió en solitario una intensa carrera como pintor, escultor, grabador y cartelista, desarrollada en Nueva York, donde tiene su estudio. En su faceta como escultor, explora los accidentes naturales de los materiales con los que trabaja, como la madera o el hierro, y conserva una raíz figurativa producto de sus interpretaciones del arte clásico.


"Siempre me ha angustiado la idea de inmovilidad, de rigidez, de fijeza", asegura una y otra vez Manolo Valdés. Quizá por eso el artista ha creado estos modernos iconos del arte contemporáneo, que ya han sido vistos en ciudades tan emblemáticas como París, Mónaco o Phoenix. Sus Meninas son esculturas destinadas a formar parte del mobiliario urbano. Obras que se tocan, que se acarician, que se inmiscuyen en el camino y los pensamientos de los ciudadanos.


Un éxito seguro


La exposición de Manolo Valdés ha sido un éxito en todas las ciudades en las que se ha exhibido. Millones de personas la han visto y no han podido resistirse a la tentación de acariciar el alma de bronce de las Meninas. Varias instituciones han adquirido alguna de las piezas y, así, recientemente el Ayuntamiento de Bilbao compró por 300.000 euros dos de ellas. El alcalde de la ciudad, Iñaki Azkuna, justificó la compra subrayando la "extraordinaria relación" que mantiene la capital vizcaína con el autor, que regaló al consistorio la tercera unidad. Bautizada como "La exorcista", esta última pieza lleva inscrito un poema de Mario Vargas Llosa. Forjada en el taller madrileño de Valdés de Arganda del Rey, la escultura simula una cabeza de mujer con un tocado. "Me gustaría hacer una obra muy próxima a la gente, algo amistoso, sin pedestales", dijo el autor.


Ahora, las Meninas de Valdés se han adueñado del paseo de la Independencia. No será hasta el jueves cuando exhiban todos sus encantos al público. Miles de personas admirarán su cuerpo y alma de bronce.