PATRIMONIO/ARAGÓN

El Pilar ensaya su nueva iluminación, que potenciará los colores de las tejas de las cúpulas

Los nuevos focos crearán una atmósfera más nítida y un menor contraste con el entorno, además de reducir el consumo eléctrico.

La basílica del Pilar lució ayer diferente durante unos minutos en torno a las diez de la noche. Los especialistas probaron a esa hora la nueva iluminación y comprobaron que los cambios efectuados en los focos lograban resaltar la belleza del templo zaragozano, que el público podrá disfrutar a partir del próximo 11 de junio.


Los nuevos proyectores lumínicos serán menos potentes que los actuales en aras de reducir el consumo, pero también para mejorar la reproducción cromática, sobre todo en la zona de las cúpulas. Esto es, los colores de las tejas de cerámica resaltarán mejor en las horas nocturnas.


Por su parte, la iluminación de las torres de la basílica apenas sufrirá variación respecto a la actual, aunque sí se ha corregido levemente la trayectoria de los focos.


Los técnicos han tratado de que las nuevas luces no distorsionen los colores del templo, algo que sí ocurre con la iluminación actual, a base de focos de sodio, cuya luz tiende levemente a ocre. En conjunto, se pretende crear una atmósfera más nítida y crear menos contraste con el entorno, aunque el efecto final sea menos espectacular que el actual.


Estreno oficial el 11 de junio


El arzobispo de Zaragoza, Manuel Ureña, anunció que la inauguración oficial de la nueva iluminación tendrá lugar al atardecer del 11 de junio, tres días antes de la inauguración de la Exposición Internacional y fecha en la que la basílica del Pilar estrenará su restauración integral "con una gran fiesta", según Ureña.


La nueva luminosidad que proyectará el Pilar es fruto de un convenio que firmó el pasado año el Gobierno aragonés con el Arzopispado de Zaragoza, por el que aportaba 360.000 euros para la mejora de la iluminación exterior del templo. El coste asciente a 1.200.000 y cuenta con la participación de Endesa e Ibercaja.


La empresa eléctrica se comprometió a destinar un total de 840.000 euros a la iluminación del edificio, mientras que la entidad bancaria destinó 500.000 euros a la continuación de los trabajos de restauración de las fachadas de este emblemático templo zaragozano.


Por su parte, la recuperación de las fachadas Norte, Este y Oeste, según un proyecto elaborado por el arquitecto Teodoro Ríos para "dignificar" la parte posterior de la basílica, ha costado alrededor de dos millones de euros.