PINTURA

"El grito" del Museo Munch es casi 20 años mas joven de lo que se pensaba

La versión de "El grito" que el Museo Munch de Oslo tiene en su poder fue pintada en 1910 y no en 1893, como hasta hora se creía, revelaron  los restauradores de la obra gravemente dañada tras su robo en agosto del 2004.


Edvard Munch pintó varias versiones de "El grito", aunque las dos más famosas se encuentran en la Galería Nacional y el Museo Munch, ambos situados en la capital noruega.


Las dos instituciones artísticas se han disputado durante años cuál de las dos versiones del célebre cuadro era la más antigua.


El Museo Munch mostró por primera vez tras el arduo proceso de restauración "El grito" y "La Madonna", que formarán parte de una exposición que se inaugura este viernes sobre el artista y en la que se documentará el proceso de conservación, además de añadir bocetos anteriores, dibujos y diarios.

Daños irreparables

A pesar del minucioso trabajo de reparación, financiado en parte gracias a un patrocinador privado japonés, los cuadros presentan daños irreparables, especialmente "El grito".


Dos enmascarados penetraron en el Museo Munch en pleno día el 22 de agosto del 2004 y amenazaron con una pistola a los guardas de seguridad y a los visitantes, a quienes obligaron a tumbarse en el suelo, para llevarse "El grito" y "La Madonna".


La policía noruega recuperó las obras dos años después, en una operación desarrollada en los alrededores de Oslo.


Ambos cuadros sufrieron daños graves, como rasgones, agujeros o manchas causadas por la humedad, pero fue "La Madonna" la peor parada, con dos agujeros en la parte inferior izquierda del lienzo del tamaño de una moneda de 2,6 centímetros de diámetro.


"El grito" y "La Madonna" fueron exhibidos con daños durante cinco días en el Museo Munch al poco de haber sido recuperados y antes de ser sometidos a la restauración.


En enero pasado, el Tribunal Supremo de Noruega condenó a 6 y 10 años y medio de cárcel a dos personas por el robo, y ordenó la repetición del juicio contra el "cerebro" de la operación por un error procesal durante el juicio en el Tribunal de Apelación.