Cannes acoge con frialdad la adaptación de Meirelles a la obra de Saramago 'Elogio de la ceguera'

El certamen de cine más importante del mundo levanta el telón con una gran lluvia de estrellas.

La 61ª edición del Festival de Cannes ha levantado el telón con una lluvia de estrellas, un anticipo del aluvión de personajes del mundo del cine que cruzarán la alfombra roja en las próximas jornadas. Este miércoles lo hicieron el presidente del jurado, Sean Penn, junto a Natalie Portman, el director Jim Jarmush, Julianne Moore, Danny Glover, Mark Ruffalo o Gael García Bernal, éstos últimos protagonistas de "Ceguera" ('Blindness'), película del brasileño Fernando Meirelles que ha inaugurado la competición.


A ellos les seguirán en días sucesivos Harrison Ford, Clint Eastwood, Quentin Tarantino, Bruce Willis, Scarlett Johanson, Joachim Phoenix, Angelina Jolie, Benicio del Toro, Woody Allen, Gwyneth Paltrow, Isabella Rossellini, Lou Reed, Patti Smith, John Turturro, John Malkovich, Robert De Niro y Penélope Cruz. Por no faltar, no lo faltará ni Maradona.


'Ceguera', título que recibirá en España la adaptación al cine del ensayo de Saramago 'Elogio de la ceguera', ha sido recibida con división de opiniones. La acción de este 'thriller' filosófico coproducido por Canadá, Brasil, Estados Unidos y Japón y que protagonizan Julianne Moore, Danny Glover, Gael García Bernal y Mark Ruffalo tiene lugar en una gran capital indeterminada en la que progresivamente una serie de personas van perdiendo repentinamente la vista. Lo que parece una epidemia provoca que las autoridades aíslen a los ciegos en un viejo hospital en el que tendrán que valerse por si mismos para sobrevivir. Entre ellos, la esposa de uno de los afectados que, aunque no ha perdido la visión, se hace pasar por invidente para estar junto a su marido, convirtiéndose en la buena samaritana del grupo. En este microcosmos, sin poder salir al exterior, se desatan las peores pasiones humanas. Meirelles se sirve de una 'voz en off' para ir relatando los acontecimientos, recurso narrativo que quita fuerza al filme, al no saber explicar con imágenes lo que la voz va relatando. Esta circunstancia queda en evidencia sobre todo en el desenlace. La película fue acogida con frialdad y, sin desdeñarla por completo, resulta bastante inferior a las anteriores obras del cineasta brasileño, 'Ciudad de Dios' y 'El jardinero fiel'.

Trabajo excepcional


Para Meirelles, la película es una producción completamente independiente que habla de la fragilidad de la civilización, "cuando desaparece toda la sofisticación que nos envuelve", pero añadió que existen otros niveles de lectura. "Se puede encontrar una parábola sobre el poder, una metáfora sobre los peligros del mundo futuro, un comentario sobre como reflejamos sin ver todo aquello que nos rodea e incluso una meditación sobre como afloran nuestros instintos primitivos". El director aseguró que en el fondo, al igual que el libro, "la película es una alegoría sobre como mantenerse vivo".


Julianne Moore recordó como éste ha sido un "trabajo excepcional". "Al ser una producción independiente, estábamos todo el equipo siempre juntos, lo que hacía que el trabajo fuese muy agradable, creándose una comunidad interdependiente, con actores de muy diversas procedencias".