MUSICAL

Peter Pan, al país de nunca jamás

Piratas, sirenas, indios y niños perdidos acercan a Zaragoza un musical mágico

"Después de los 14 años ya no pasa nada interesante". Esta era la tesis del autor escocés J. M. Barrie, que creó a Peter Pan y la desbordante fantasía que inunda el País de Nunca Jamás hace poco más de un siglo. Esta sentencia también la creen a pie juntillas los responsables de "Peter Pan, el musical", que llevan la friolera de seis años girando con un espectáculo mágico, que ya ha registrado más de un millón de espectadores.


Después de haber recorrido prácticamente toda la geografía española e, incluso, de representarse también en Londres (¡en castellano!), el musical llega mañana a Zaragoza, donde tendrá un total de cuatro representaciones: dos el sábado y otras dos el domingo.


"Es un musical familiar, que no infantil, y de gran formato. Muy semejantes a los que pueden verse en Londres, Nueva York o en la Gran Vía madrileña", explica Miguel Ángel Gamero, que además de encargarse de la dirección vocal interpreta al Capitán Garfio. La combinación de acrobacias y de bailes -tocan todos los palos- es uno de los fuertes del espectáculo, así como sus grandes decoradores, su precisa luminotecnia y unos efectos especiales basados en el láser. Juntándolo todo se crea un clima especial para viajar al País de Nunca Jamás donde esperan a los espectadores indios, piratas, sirenas, niños perdidos...


Por cierto, que todas las voces son en riguroso directo y las canciones identifican a cada una de "las tribus" que aparecen en escena. Así, los piratas navegan a ritmo de rock, mientras que Peter Pan y Wendy se mueven en registros pop y los niños perdidos son más propicios al soul.


Solidarios


Cuentan los actores que lo que más agradecen es ver la emoción en las caras de los espectadores. Aseguran que la función "despierta el niño que llevamos dentro" y parafrasean a la Emperatriz Infantil, de "La historia interminable", al afirmar que "el viaje a través de la fantasía siempre nos aporta algo añadido", ya sea más creatividad, inocencia o la voluntad de ser mejores personas... Acaso con este propósito la compañía recuerda que Berrie cedió los derechos de ejecución de la obra y fundó un hospital en Londres para el tratamiento de niños sin recursos. Los beneficios de "Peter Pan" siguen financiando este centro, que ya ha recibido 200.000 euros del musical español para crear un planta de cardiología.


El libreto que adapta la directora Cristina Fargas respeta al máximo el texto original y -durante dos horas con un entreacto de diez minutos- recrea el vuelo de Peter y los hermanos, la aparición de las sirenas, las aventuras de los niños perdidos o la entrada en escena del barco pirata.

Además, el espectáculo busca la interactividad con el público, aspira a romper la "cuarta pared" del teatro para que el espectador participe o se sienta involucrado en la función.


Un total de 40 personas participan en la gira, entre las que 23 forman parte del elenco que se sube a las tablas. Por supuesto, ahí están el señor y la señora Darling, Wendy, el Capitán Garfio e, incluso, Campanilla. De hecho, el musical, en sus primeros años, tomó fama y popularidad porque jóvenes cantantes de "Operación triunfo" daban vida a alguno de sus personajes. Que nadie se espere encontrar ahora a Gisella y compañía -de hecho, la catalana está preparando su canción andorrana para Eurovisión-, porque los actuales intérpretes de "Peter Pan" quizá sean anónimos para el gran público pero tienen más bagaje y recorrido.


Su experiencia dota a la representación de más sentido dramático que, después de actuar en Zaragoza y unas pocas plazas más, dejarán aparcado en el baúl de Peter Pan para afrontar un nuevo reto: "Aladdin".