CINE

Borau atribuye la "permanente crisis" del cine español a la falta de mercado natural

Aunque los buenos filmes "se distribuyen al momento por el mundo", y ha puesto como ejemplo "El Orfanato", en su opinión "es una barbaridad" el elevado número de películas que se ruedan al año, para las que "no hay salas suficientes ni redes de distribución adecuadas", asegura.

El escritor y realizador José Luis Borau, director de filmes como "Furtivos" (2005) y "Niño nadie" (1997), ha atribuido la "permanente crisis" del cine español a la "ausencia de un mercado natural" que dé salida a los numerosos títulos que se producen anualmente, cerca de doscientos en 2007.


"No he conocido ninguna época del cine español sin crisis, unas veces por la censura y otras por la falta de distribución, pero nunca ha sabido superar su principal traba que es la ausencia de un mercado natural, que no lo tiene", ha explicado antes de participar en un acto de la 41 Feria del Libro de Valladolid.


Borau (Zaragoza, 1929) ha expresado su convencimiento de que "o no los hay o no existen" mercados organizados, a pesar de la oportunidad que a su juicio brinda la comunidad hispanoamericana con veintidós países y cuatrocientos millones de personas vinculadas por un mismo idioma.


Aunque los buenos filmes "se distribuyen al momento por el mundo", y ha puesto como ejemplo "El Orfanato", en su opinión "es una barbaridad" el elevado número de películas que se ruedan al año, para las que "no hay salas suficientes ni redes de distribución adecuadas", y que en muchos casos se estrenan "en malas condiciones" para poder optar a los Premios Goya.


El realizador aragonés, que acaba de publicar su primer libro como académico electo de la Lengua, titulado "El amigo de invierno" (Menoscuarto Ediciones), ha observado en los directores que también son guionistas, "algo muy frecuente ahora", el defecto de "confiar más en la imagen que en lo que digan sus personajes. No se preocupan mucho de los diálogos y algunas películas están muy mal escritas".


En el lado de las excepciones ha situado y elogiado al realizador Fernando León de Aranoa.


Presidente de la SGAE desde el pasado año y autor de los libros de relatos "Camisa de once varas" (2003) y "Navidad, horrible Navidad" (2003), Borau ha reivindicado la categoría literaria del guión cinematográfico y anunciado que a finales de octubre, cuando Mario Vargas Llosa le responda a su discurso de ingreso en la Academia de la Lengua, trabajará para ello.


Ocupará oficialmente el sillón "B", vacante desde la muerte de Fernando Fernán Gómez, después de que sea contestado su discurso, "que ya lo tengo prácticamente escrito" y que entresacará de un libro inédito y de próxima publicación que se titulará "El cine en nuestro lenguaje".


"No somos realmente conscientes, cuando hablamos, de las aportaciones realizadas al lenguaje por la cinematografía" a través de giros, expresiones o muletillas basadas en términos propios del oficio o bien procedentes de frases textuales pronunciadas en películas célebres, ha dicho.


José Luis Borau, que debutó en el celuloide con el cortometraje "En el río" (1961), se ha referido a su último libro, que se distribuirá a partir del 16 de mayo, como el conjunto de una serie de historias ya escritas "que en algunos casos he arreglado, compuesto y cepillado" hasta reescribirlas de nuevo.


El sentido del humor y la maestría en el perfilado de los personajes destacan en las seis narraciones de "El amigo de invierno", que toma su nombre del último de ellos.


En su mayoría forman parte de guiones y argumentos que no se llegaron a rodar y que originalmente fueron concebidos bajo patrones cinematográficos, ya que al escribir "siempre te inspiras en lo que has contado", ha concluido quien también dirigió la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas entre 1994 y 1998.