MÚSICA LÍRICA

Beatriz Gimeno: "Lo importante no es la voz, sino cómo se trabaja"

La soprano aragonesa Beatriz Gimeno canta hoy en Bruselas, en el concierto organizado para celebrar el Día de Aragón en la capital belga. Gimeno, que colabora con Amici Musicae, combina interpretación y docencia.

La soprano Beatriz Gimeno y el tenor Santiago Sánchez Jericó, con Miguel Ángel Tapia al piano, ofrecen hoy un concierto (21.00) en el Palacio de Bellas Artes de Bruselas. Organizado por la DGA para celebrar el Día de Aragón en la capital belga, los cantantes aragoneses ofrecerán en él un recorrido por piezas clásicas de ópera y zarzuela.


¿Cómo es su voz?


Dicen que soy soprano dramática con matices de mezzo. Pero lo importante no es la voz sino cómo se trabaja.


Y la situación anímica.


Claro. Cantamos con el cuerpo, con el cerebro, con todo. Si anímicamente no estás en condiciones, se te va a notar en el escenario. Yo ahora me encuentro en uno de mis mejores momentos y rodeada de gente que me quiere, como mi hija Verónica y mi compañero. Además, hay muchos profesionales de la música, desde Santiago Sánchez Jericó a Eliberto Sánchez, que respetan mi trabajo y con los que me entiendo muy bien.


Precisamente junto a Eliberto Sánchez, en su faceta de profesora, ha dado clase a las últimas 'perlas' aragonesas del canto.


Eliberto ha luchado mucho por el canto lírico en Aragón y creo que no se ha reconocido su trabajo. Nuestra etapa en el Conservatorio Profesional ha sido fructífera.


Defina a algunos de sus alumnos. ¿Isaac Galán?


Una bellísima persona y un cantante con un futuro prometedores. Un barítono lírico nato, nato nato, con una capacidad de aprendizaje fabulosa.


¿María Eugenia Boix?


Una gran voz, una soprano ligera que está todavía estudiando y ya ha conseguido cosas muy importantes. Todo dulzura y futuro.


¿Eugenia Enguita?


Venía del mundo de la jota y estuvo trabajando con nosotros durante cinco años. Es una soprano ligera pero con cuerpo, y eso es muy difícil de ver y de oír hoy. Una voz que llena, muy agradable de escuchar.


¿Y Eduardo Aladrén?


Un tenor con auténtica hambre de aprender. El clásico caso del artista que se ha hecho a sí mismo a base de trabajo y de esfuerzo. Y de creer en sus posibilidades.


Ha hablado antes de la jota, ¿estropea la voz para la lírica?


No he cantado nunca jota, así que no puedo hablar con conocimiento de causa. Sí que, aparentemente, es un canto muy de garganta. Y nosotros trabajamos más con la impostación, con el aparato resonador.


Una voz, ¿nace o se hace?


Mucha gente cree que los cantantes líricos nacemos con una voz y ya tenemos todo hecho. Y simplemente es el primer paso en nuestra carrera. Hay que estudiar música, estética, armonía, contrapunto, idiomas, la disciplina de relajación, cómo respirar... El canto es mucho más que cantar; antes que nada, es disciplina.


Ya, pero ahora parece que lo que más cuenta es simplemente ser guapo o guapa.


Pues no, aquí no funciona eso. Y no creo que nadie quiera que le contraten por ser guapo o feo, sino por su trabajo.


Con todo lo que se comenta sobre la rivalidad en el mundo en que usted se mueve, ¿tiene amigas sopranos?


Pues yo creo que sí, muchísimas. Una persona es celosa cuando cree que le van a quitar algo, y yo, la verdad, estoy muy segura de lo que hago. Claro que hay gente que canta mejor que yo, pero no me importa: cuando subo a un escenario lo doy absolutamente todo. No puedo hacerlo mejor, así que lo demás no debe importar.


¿Cuáles son las claves de un buen maestro de canto?


Enseñar es aprender uno mismo, eso es lo primero que hay que tener en cuenta. El buen maestro es el que se entrega a cada uno de sus alumnos, el que sabe conjugar adecuadamente los conocimientos y la intuición. Yo acabo cada clase con la sensación de haber aprendido algo nuevo... Pero creo que lo fundamental es la entrega. El profesor que mira el reloj en clase no es buen profesor.


¿Con qué se queda, con la docencia o con la interpretación?


Me resultaría muy difícil renunciar a cualquiera de las dos cosas.


¿Qué le falta y qué le sobra a la lírica en Aragón?


Sobrar, no sobra nada ni nadie. Pero faltan muchas cosas. Afortunadamente, en los últimos años hemos contado con el Auditorio, y la labor que realiza es impresionante. Pero falta mayor apoyo económico de las instituciones, y un Teatro de la Ópera, y estudios superiores de canto... Quizá falte también un poco más de compañerismo y apoyo entre los profesionales de la música.