González-Sinde culpa a distribuidores y exhibidores de la crisis del cine español

Con un discurso repleto de quejas, advertencias y peticiones, Ángeles González-Sinde, directora de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, expuso ayer la grave situación del cine español en el Foro de la Nueva Sociedad organizado por Nueva Economía Fórum. Aportando datos sobre el descenso de las salas de proyección y de la cada vez menor afluencia de espectadores, González-Sinde señaló con el dedo a distribuidores y exhibidores como responsables de este delicado momento, junto al escaso número de subvenciones recibidas en una industria que "aún no se considera un bien común".

"Estamos ante una dura realidad. Los títulos españoles no se distribuyen y cuentan, además, con una deficiente promoción, mientas que el cine americano, por muy malo que sea, penetra cada vez más en un mercado en el que las películas europeas e iberoamericanas quedan desplazadas", criticó. González-Sinde quiso hacer ver que el invertir en cine español es "rentable". Por eso, dirigió su discurso hacia las inversiones de la televisión y las subvenciones del Ministerio de Cultura. "El cine necesita de la televisión. De ahí que sea necesario que el 5% de los ingresos publicitarios procedentes de este medio se inviertan en él. Se habla de las películas, pero no del fútbol, que también desciende en audiencia", recriminó.

La mayor parte de las acusaciones se dirigieron a la escasa ayuda del Estado que, según González-Sinde, se preocupa más por las subvenciones para el tabaco que por las del cine. "No son conscientes de que el cine es una locomotora que tira de otras muchas industrias, como de la moda, el turismo, la tecnología o la gastronomía", advirtió dirigiéndose a César Antonio Molina, ministro de Cultura en funciones y también presente en el acto. "Toda la ayuda que recibe el cine por parte del Ministerio es la que se dedica exclusivamente a un solo museo", agregó.

En cuanto a las descargas ilegales y la piratería dijo que "el tener ideas y plasmarlas en una película que da después la vuelta al mundo es una patente importante, tanto como las ideas de los científicos".