Ha saltado la sorpresa en el ecuador del Festival de Málaga. Se titula "Proyecto dos", un "thriller" fantástico en la mejor tradición del género que esté o no en el palmarés final (los jurados nunca son proclives a premiar este tipo de películas) parece destinado a mirar de igual a igual en las taquillas a las multimillonarias producciones de Hollywood.

Dirigida por el debutante Guillermo Groizard (pero con muchos años de series de televisión a sus espaldas, entre ellas "Policías") y protagonizada por Adrià Collado y Lucía Jiménez, es una historia veloz e inquietante, que combina una acción muy bien resuelta con una intriga que atrapa al espectador desde el primer momento. Un bioquímico felizmente casado y padre de un niño, que trabaja en el Centro Superior de Investigaciones Científicas, descubre en una noticia de la televisión que un hombre exactamente igual a él acaba de morir en un accidente de tráfico. Dispuesto a averiguar quién es, no tarda en saber que él fue adoptado y que pudo tener un gemelo. Sin embargo hay algo más: su mujer no es quién dice ser y alguien quiere matarle.

Groizard asegura que en la película "no se dice ni una sola mentira científica. La historia no está basada en hechos reales, pero podría estarlo", explica, para añadir que entre sus referencias están "Mentiras arriesgadas", "Abre los ojos" o "Déjà vu", de Tony Scott. "Precisamente Tony Scott está estudiando el montaje que hemos hecho en esta película", desveló.

La película combina una historia atractiva, la clonación humana, con unos escenarios muy reconocibles de Madrid y Buenos Aires. En su presentación en Málaga el director ha intentado huir de cualquier comparación con el cine americano. "¿Qué quiere decir que una película es 'tan americana'? No nos viene bien creer que el cine americano sea tan diferente del cine español. En Hollywood se están haciendo 'remakes' de 'Rec' o de 'El orfanato'. De las películas que salgan, allí podrían decir que son muy españolas".

Adrià Collado explicó que "se ha trabajando rodando siempre con dos cámaras y a veces hasta con tres a la vez. Guillermo siempre ha tenido este montaje en su cabeza". Para Lucía Jiménez, que repite en el "thriller" tras hacer hace un par de años "La caja Kovak", "el saber que hay una persona igual que tú en el mundo es una fantasía que hemos tenido todos. Esta película es potente, muy digna y la historia atrapa desde el primer minuto".

Encerrados en una urbanización

La segunda película del martes fue "Pájaros muertos", otra ópera prima, que firman Guillermo Sempere y Jorge Sempere, que no son hermanos sino primos y miembros de la tercera generación de una saga dedicada al cine en España, que se inició con las primeras películas mudas. Con Silvia Marsó, Alberto Jiménez y los argentinos Claudia Fontán y Eduardo Blanco, es un drama cuyo punto de partida es igual a la hispano mexicana "La zona", con la acción en una exclusiva urbanización en la que viven familias de alto nivel económico, y donde tienen de todo para no tener que salir al exterior. Sin embargo una serie de pájaros muertos, que aparecen de vez en cuando en algunas calles, será el detonante para una disección de ambos grupos familiares.

El principal problema de esta película es que le falta dramatismo. No se decanta hacia el humor, al que apunta pero no desarrolla, ni hacia la denuncia, ni hacia una visión más salvaje de la sociedad. Un problema de guión que lastra todo el filme sin terminar de rematar la historia.

"Pájaros muertos" se ha rodado de forma independiente y no hay aún fecha de estreno. "El cine independiente es totalmente dependiente, porque dependemos de los favores de los demás" dijeron ambos directores. Aunque las comparaciones con "La zona" son evidentes, los directores vieron la película cuando ya habían finalizado la suya.