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"Plot 28", de Agustín Serra, primera película de ficción que inspira la Expo

La cinta, producción independiente grabada en inglés, ha sido rodada en diversos escenarios de Gran Bretaña y España. "No es una crítica a la Exposición -asegura el director-, pero busca generar una reflexión sobre la inducción al consumo masivo".

Una tesis doctoral realizada en 1960 sobre el meandro de Ranillas, una joven geógrafa que entabla relación con un hortelano que cultivaba la Parcela 28, justo en el centro de los actuales terrenos de la Expo, y las cartas y fotografías que ambos se cruzaron son el eje de "Plot 28", primera película del aragonés Agustín Serra. Primer filme de ficción, además, que inspira la aún no inaugurada Exposición Internacional de 2008.


La cinta se mueve en la cada día más difusa frontera entre los géneros y, también, entre la realidad y la ficción: siendo una invención, tiene apariencia de documental; lo que en ella se cuenta es irreal, pero bien pudiera haber pasado… Una película de 52 minutos híbrida e inquietante, rodada íntegramente en inglés a caballo entre Zaragoza y Oxford.


El filme, que fue presentado hace unos días en el Centro de Historia, está siendo objeto de un nuevo y definitivo montaje, antes de emprender el consabido recorrido por festivales y cerámenes, dentro y fuera de España.


"¿Cómo nacen las ideas? -se pregunta Agustín Serra-. Pues de empezar a escribir. 'Plot 28' es reflejo de una historia personal, que sucedió a mis padres, y, a partir de ahí, la ficción me ha ido llevando de un sitio a otro por mecanismos extraños... Ya decía Lovecraft que, si fuéramos capaces de relacionar todos los acontecimientos de nuestro entorno, enloqueceríamos de terror. Y lo que he buscado con el argumento de esta película es eso, tejer una serie de acontecimientos aparentemente inconexos".


Especulación y medio ambiente

En realidad, "Plot 28" es la punta de lanza de una arquitectura narrativa mucho más compleja. "Es una macrohistoria de 28 tramas, de las que el documental abre tan solo dos -apunta Agustín Serra-, la relación de amor entre los protagonistas y el papel histórico que han desempeñado a lo largo de la historia las exposiciones internacionales y universales. El resto de las líneas argumentales lo iré desarrollando por distintos canales: una novela en la que ya se está trabajando, aportaciones en internet, nuevos audiovisuales, como una serie que podría tener seis capítulos de 28 minutos de duración... Me atrae mucho contar una historia de maneras variadas, a través de distintas técnicas y puntos de vista". En la web www.plot28.com pueden verse ya los primeros minutos de la película, que en realidad es un falso documental de investigación periodística. En él afloran temas como el mobbing inmobiliario, la especulación, las relaciones entre el desarrollo urbanístico y el medio ambiente, la modernidad y el pasado reciente... Ofrece una visión crítica, no de la Expo zaragozana, sino del fenómeno de las exposiciones. "He querido que el espectador se plantee una reflexión sobre el papel que vienen desempeñando las exposiciones en la sociedad actual. Si uno lo piensa detenidamente, parece que hay una relación entre las inducciones ideológicas al consumo masivo y las distintas exposiciones que se han celebrado a lo largo de la historia. Cada una de ellas ha servido para poner en marcha mecanismos imparables. La de Londres sirvió para empezar la difusión de la luz eléctrica, en Chicago apareció el automóvil, en Bruselas la energía atómica...".


Serra cree que no son necesarios equipos y presupuestos gigantescos "para desarrollar proyectos de autor". Por eso, junto a Luis Añón ha estado trabajando durante dos años en "Plot 28". Sin solicitar subvenciones, casi de manera artesanal. "No estamos de acuerdo con la política de subvenciones. Si tú recibes una, consciente o inconscientemente vas a recortar tu libertad de acuerdo a quien te la conceda. Y en los últimos 25 años la cultura en este país la pagan los mismos. Más que la creación, lo que hay que subvencionar es la difusión, porque participar en festivales también cuesta mucho dinero".