GOYA

La única casa de Goya que sobrevive en Zaragoza, apuntalada y con goteras

Los bomberos han reforzado parte de un lucernario que amenazaba con caerse al suelo. Urbanismo asegura que no hay peligro para los vecinos, pero pedirá a los propietarios que hagan obras.

La única casa que sigue en pie de las nueve que habitó Goya en Zaragoza tiene goteras y ha sido en parte apuntalada por los bomberos de Zaragoza. Y todo ello sucede pocas horas antes de que se inaugure una exposición sobre "La memoria de Goya", que indaga en la huella que ha dejado el artista en Aragón y en cómo se ha recordado su figura.


La casa corresponde al número 4 de la plaza de San Miguel, y hasta hace 10 años se ignoraba que en ella hubiera vivido Goya. Fueron las investigaciones del historiador José Luis Ona, que dio a conocer en el libro "Goya y su familia en Zaragoza", las que sacaron a la luz la existencia del inmueble y, además, establecieron un dato clave: el edificio no ha sido derribado desde que el artista y su familia vivieron en él. Es, pues, la casa de Goya en Zaragoza, la única que sobrevive.


El pasado sábado 26 de enero, alertados por los vecinos, los bomberos tuvieron que apuntalar de urgencia el lucernario antiguo que ilumina la escalera del edificio. En el inmueble hay cinco viviendas, dos de ellas en la cuarta planta, junto al mencionado lucernario. "Eran las 11 de la noche -relata José Luis Aragonés, que vive en uno de los pisos-. Los bomberos reforzaron la estructura porque dijeron que aquello podía tener peligro. Las vigas son de madera y se cuela bastante agua: yo vivo en el tercero y a mi salón entra agua".


Sin ninguna protección


Los vecinos ya han mantenido una reunión para ver cómo abordan lo sucedido. Una mujer, que vivía de alquiler en uno de los pisos y se ha trasladado, asegura que "en el año que he vivido allí el deterioro ha ido creciendo. Unos días antes del puente de San Valero estábamos en casa y oímos un estruendo fuerte, un desplome o algo así. Está claro que la cubierta deja pasar el agua".


Desde que se supo que la casa de la plaza de San Miguel, 4, es la misma que habitó Goya y su familia durante un par de años, apenas ha habido iniciativas para recuperarla. De hecho, no figura en ninguna catalogación de edificios de interés, ni siquiera "ambiental". Quizá el hecho de que cada piso tenga un propietario distinto -en el local comercial hay un asador de pollos- ha hecho que las instituciones se hayan "olvidado" del edificio y no hayan emprendido ningún proyecto cultural en él. En su día, cuando el Ayuntamiento decidió señalizar los edificios destacados de la ciudad, se colocó una placa de metacrilato en la fachada para recordar que allí vivió Goya. Y poco más. Chunta Aragonesista defendió hace tiempo la necesidad de diseñar una "Ruta Goya" por el interior de la ciudad, y en ella el inmueble era un hito destacado.


Fuentes de Urbanismo señalaban ayer que "parece que no se puede hablar en ningún momento de peligro para la casa ni para los vecinos. Si existiera ese peligro se hubiera mandado desalojar. Se están terminando los preceptivos informes y se enviará a la propiedad una orden de ejecución de obras para solucionar los problemas".


Goya vivió en ese edificio en 1768 y 1769. Según las investigaciones del historiador José Luis Ona, la juventud del artista en la capital aragonesa transcurrió en casas ya desaparecidas -alguna estaba en lo que hoy es un paso de peatones en la plaza de Salamero- y que corresponderían, actualmente, a la plaza de San Pedro Nolasco 3-4, el Coso 132, Heroísmo 3, Coso 128... En general, fueron estancias breves, de uno o dos años, tras los cuales la familia volvía a cambiar de domicilio. Ona aseguraba hace diez años que la casa de San Miguel 4, no parece del siglo XVIII porque su fachada fue enlucida y se acometió una pequeña reforma en el XIX. Pero subrayaba que podía devolvérsele su aspecto original.