Después del concierto del viernes, la fiesta tuvo una significación especial. Era el día del Pilar, el epicentro de las fiestas patronales de Zaragoza, y la calle hervía de gente apurando la noche. 40.000 de ellos había estado en La Romareda viendo a los Héroes, y unos miles más vivieron el concierto de una manera muy especial: en la carpa municipal de Valdespartera viendo a Héroes en vivo por pantalla gigante, para disfrutar luego con la actuación en carne y hueso de Niños del Brasil y Las Novias, con la banda Karhe de invitada.

La fiesta se desarrollaba también en la sala Oasis, lugar de encuentro habitual de la banda con su gente, y en la Estación del Silencio, lugar que no necesita presentación para ustedes y que en estos días ha sido casi un centro ritual para los fans.

Algunos descubrieron también el café Linacero (cuyo dueño, Luis es amigo de siempre de los Héroes: un coleccionista de discos brutal, además) donde hay expuesto en vitrina un traje de Enrique de uno de sus conciertos, y un cartel de la primera actuación de Héroes, el 10 de marzo de 1985, en el antiguo cine Pax.

También se han pasado en masa los fans del grupo por HERALDO, para llevarse el estupendo libro de mi colega (una de las dos o tres personas que en su día me llevaron a dedicarme a esta profesión y a amar la música) Matías Uribe, "El sueño de un destino". Matías fue clave en el inicio de la carrera de Héroes: junto al locutor y DJ Cachi Torres hizo suya la causa de Héroes "por convencimiento, porque me gusta el grupo". Y conoce mucha intrahistoria de la banda, además...

Pero estábamos en la fiesta, y la del grupo tuvo lugar en el hotel Boston. Fue de las largas, y de las históricas. Allí estuvo, por cierto, el maestro Copi Corellano, el boss del Huracán Ambulante, quien ofreció un concierto excelente el día 9 en la sala Mozart. Hoy se volvía a la Argentina, donde reside.

Una fiesta, para concluir, que tuvo 16 ecos en toda España. Más de 6.000 personas dijeron sí a la iniciativa de los cines Yelmo de transmitir en directo los conciertos de los días 10 y 12. Se bailó, se gritó, hubo risas y lloros, en un ambiente que parecía propio de aquella vieja sala de Cinema Paradiso, pero con la tecnología más avanzada, claro. Tan bien fue la cosa que van a repetir. El lunes se concretará la firma para extender la iniciativa a los conciertos del 20 en Sevilla y el 27 en Valencia. Si alguien de fuera de España anda sin entrada y de visita, que se lo piense.

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