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Zapatero situará a una mujer como 'número 3' del PSOE

Ampliará la dirección del partido y la adaptará al esquema del Gobierno.

José Luis Rodríguez Zapatero quiere situar a una mujer como 'número 3' del partido, por debajo de la del todopoderoso secretario de Organización, José Blanco. Ocupará la secretaría de Relaciones Institucionales y Política Autonómica, al frente de la cual está hoy Carmeli Hermosín, pero su papel será mucho más relevante. Este es uno de los principales cambios que sufrirá la ejecutiva del PSOE en el 37 Congreso que se celebrara este próximo fin de semana en Madrid. El otro implica una amplia reforma de la estructura actual para adaptarla al esquema del Gobierno.


A pesar de que en 2004 Zapatero diseñó una Ejecutiva paritaria, las dirigentes socialistas se quejan muy a menudo de que no se las tiene en cuenta en decisiones importantes. Ninguna formó parte del comité electoral en los últimos comicios y ninguna estuvo en el grupo de redacción de la ponencia marco que se discutirá en el Congreso. El caso de Hermosín es elocuente. Entró en la ejecutiva en enero de 2007 como cuota andaluza y femenina para ocupar el puesto que quedó vacante tras el fallecimiento de Alfonso Perales, un hombre de peso en el partido. Sin embargo nunca formó parte del núcleo duro de la formación.

Rodríguez Zapatero, amigo de las sorpresas, guarda con celo el nombre de su nueva apuesta. Tampoco ha dado muchas pistas de quién compondrá el resto de su nuevo equipo, que cambiará casi al 50%.

Como norma general, aplicará el criterio de no incluir a secretarios generales ni ministros. Un principio que dejará fuera, según aseguran fuentes cercanas a Blanco, al canario Juan Fernando López Aguilar, uno de los fundadores de 'Nueva Vía' y uno de los dirigentes más participativos en las reuniones que cada quince días celebra la dirección del partido.


Aún así, habrá excepciones a la regla. En el caso de los ministros es fácil averiguar cuáles. El titular del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba y la de Defensa, Carme Chacón son intocables. Otra cosa son los secretarios generales, pero las citadas fuentes aseguran que alguno se colará en la nueva ejecutiva. En 2004 el PSC presionó para que entrara el hoy presidente de la 'Generalitat', José Montilla, y como contrapeso se hizo hueco también al líder extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra.

Ambos dejan vacantes sus puestos. El primero será sustituido casi con toda seguridad por el viceprimer secretario de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, o por Dani Fernánez, el hombre de Montilla en el Congreso. En sustitución de Rodríguez Ibarra está descartado Guillermo Fernández Vara. Según fuentes próximas al secretario de Organización, porque él así lo ha querido.


Nuevos cargos


Al margen de los nombres, Rodríguez Zapatero ya ha decidido acometer una reestructuración orgánica para que la ejecutiva del partido se parezca en la medida de lo posible a su nuevo gabinete gubernamental. Eliminará o fusionará secretarías de área y creará departamentos nuevos para potenciar las políticas relacionadas con la inmigración, el cambio climático o la investigación y el desarrollo. Fuentes oficiales dan por seguro que el 37 Congreso traerá consigo una ampliación del número de cargos ejecutivos.


La decisión del presidente del Gobierno rompe con un modelo organizativo que ha estado vigente en los últimos ocho años. En 2004 la dirección ya sufrió algunos retoques, pero fueron de mucho menor calado. La nueva estructura garantiza que el partido y el Gobierno, en el que muchos socialistas detectan un excesivo perfil técnico, actúen de forma más acompasada. Otro cambio debe contribuir a este propósito.