El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, consideró ayer una "paradoja" que los mercados, a los que los Estados acudieron a salvar, haciendo una inversión pública fuerte y provocando así el déficit, sean ahora los que examinen a los Gobiernos y les pongan dificultades. Además, defendió que para salir de la crisis son necesarios los valores socialdemócratas y propuso la creación de un mercado digital único en la Unión Europea.

"No deja de ser una paradoja que, como consecuencia de la necesidad de hacer una inversión pública fuerte, ahora los mercados a los que acudimos a salvar sean exigentes y nos examinen e intenten poner dificultades", dijo en su intervención en Londres, en un seminario sobre estrategias de salida de la crisis organizado por el centro de estudios Policy Network, vinculado al Partido Laborista.

Zapatero pidió a los organismos internacionales que "se pronuncian tan a menudo sobre la solvencia de los países" que reflexionen sobre esto, y que recuerden que "los déficit públicos son porque imperaron las tesis sobre el sistema financiero de los mismos que hoy exigen apremiantemente a todos los gobiernos reducir los déficit". "Vaya contradicción", señaló.

Valores socialdemócratas

El presidente defendió los valores de la socialdemocracia para salir de la crisis, porque tienen que ver con el "equilibrio, la armonía, la cohesión y la igualdad de oportunidades". En este contexto, continuó Rodríguez Zapatero, dos políticas deberían situarse como prioritarias por ser "yacimientos decisivos": la energética y la del desarrollo de las tecnologías de comunicación. Por ello, propuso crear un "mercado digital único" en la UE, ya que sería "la mayor fuente de productividad".

Zapatero compartió mesa redonda con los primeros ministros de Reino Unido, Gordon Brown; Grecia, George Papandreu; y Noruega, Jens Stoltenberg; bajo la moderación del ministro británico y presidente de Policy Network, Peter Mandelson. El español, del que Brown destacó su "fuerte liderazgo", se deshizo en elogios hace el 'premier' británico, de quien dijo que fue el primer dirigente con quien habló sobre medidas concretas para afrontar la crisis.

Con respecto a Papandreu, quiso dejar claro que él no tiene la "responsabilidad" de la crisis de deuda que atraviesa su país -acaba de acceder al Gobierno- por lo que "merece la confianza" de las instituciones y de los mercados.

Las reformas, con o sin el PP

Por otro lado, el Gobierno dejó ayer muy claro que el apoyo de todos los partidos, incluido el PP, a la batería de medidas anticrisis que aspira a aprobar en dos meses el Ejecutivo es su "objetivo fundamental". Pero también, y a renglón seguido, admitió que si algún grupo -en relación a los populares- no estuviera por la labor, sacará adelante las reformas pactadas con los demás. Mariano Rajoy escenificó el escaso entusiasmo que tiene por reunirse con la comisión que debe alcanzar los acuerdos e insistió en criticar a Zapatero por "perder el tiempo" y "distraer" a la sociedad.

La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, dijo tras el Consejo de Ministros que desea que "todas las formaciones" terminen por cerrar un acuerdo. "El método -comentó- es discutir un documento abierto y debatirlo con los presentes; a partir de ahí, se abre el diálogo y cuantas más fuerzas estén en el acuerdo, mejor".

El PP considera esa reunión "un engaño", pues cree que al final solo será posible sacar adelante el paquete de reformas con los nacionalistas moderados de CiU, el PNV y Coalición Canaria.

Además, la número dos del Ejecutivo admitió, de manera indirecta, que Rodríguez Zapatero no tiene ninguna intención por el momento de citar en La Moncloa al líder de la oposición. "Vamos a esperar, todo llegará en su momento", declaró De la Vega. Fuentes oficiales indicaron que sobre este particular no existe previsión concreta alguna por ahora.