MADRID

Zapatero lanza a Trinidad Jiménez sin red

La titular de Sanidad admite que Gómez tiene más posibilidades de ganar las primarias para optar a presidir Madrid.

Jiménez, rodeada de periodistas, ayer ante la sede del Ministerio de Sanidad.
Zapatero lanza a Trinidad Jiménez sin red
J. J. GUILLéN

Batalla incierta en la que se ha embarcado José Luis Rodríguez Zapatero, según admiten los propios impulsores de la candidatura de Trinidad Jiménez. La ministra de Sanidad confirmó ayer su intención de competir contra el líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, para ser cabeza de cartel en la campaña por la presidencia de la Comunidad de Madrid y rivalizar con Esperanza Aguirre. Pero no lo tiene fácil. El hecho de ser la favorita del presidente del Gobierno puede abrirle puertas, pero no le allanará el camino. Y lo sabe. "Tomás Gómez tiene más probabilidades de ganar; para eso es el secretario general", admitió en su presentación.


A pesar de que en público los socialistas tratan de hacer de la necesidad virtud y aseguran que celebrar unas primarias hará que su candidatura, sea esta la que sea, salga "fortalecida", existe una fuerte inquietud interna. Lo cierto es que quienes están detrás de la 'operación Trini' -con el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, a la cabeza-, nunca pensaron que las cosas llegarían tan lejos. Sabían que Gómez se resistiría hasta el final y que se colocaría "al borde del abismo" -de hecho, el dirigente regional llevaba año y medio pregonando a quien quisiera oírlo que si le intentaban colar a otro candidato convocaría primarias-, pero daban por hecho que, una vez Rodríguez Zapatero hiciera públicas sus preferencias, agacharía la cabeza y se echaría a un lado.


Respaldo interno

Si no lo ha hecho es porque está convencido de contar con el apoyo suficiente para salir triunfador de este pulso; ni más ni menos que el primero que un dirigente regional, y no ya un barón con responsabilidades de gobierno sino un líder con poco peso orgánico, se atreve a mantener con el secretario general del PSOE que menos contestación interna ha tenido nunca. Frente a las encuestas que esgrimen los defensores de Trini, Gómez exhibe el respaldo interno. El 20 de junio obtuvo el respaldo unánime del comité regional del Partido Socialista de Madrid a su informe de gestión y, según afirman los suyos, el 96% de las intervenciones lo avalaron como candidato a los comicios de 2011.


Es evidente que el porcentaje es ahora menor, porque la intervención de Zapatero ha abierto algunas fugas, como la del alcalde de Getafe y presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Pedro Castro, o la del portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, David Lucas. Pero aquellos que desde Ferraz han movido los hilos para que la ministra dé un paso al frente no ocultan su nerviosismo. "No es cierto que esta sea la lucha de David contra Goliat -protesta un miembro de la Ejecutiva federal-; Tomás controla el aparato y además se ha blindado creando ya su comisión de listas". Ese hecho le ha podido permitir tejer una red de apoyos y compromisos internos. Estaba en su derecho de hacerlo porque la dirección nacional del partido dio el pistoletazo de salida al proceso de candidaturas el pasado 17 de julio pero, quizá de no haberse sentido en peligro, no lo habría hecho tan pronto. "Ningún secretario regional se ha dado tanta prisa", subraya la citada fuente.


El problema para la ministra de Sanidad y, por ende para Zapatero, no es que no vaya a ser capaz de recabar los avales suficientes como para competir en primarias. Solo necesita la firma del 15% de los militantes madrileños y los suyos aseguran que si ha dado el paso de presentarse es porque puede. "Estoy segura de que ni Tomás Gómez ni yo tendremos problemas", aseguró a las puertas del ministerio, ante un enjambre de periodistas que la esperaban tras saber que había decidido adelantar la vuelta de sus vacaciones. Lo importante es lo que ocurra el 3 de octubre, cuando los militantes voten.


Aura de designada a dedo

Jiménez trató de sacudirse el aura de candidata designada a dedo por el jefe y aseguró que la suya es una decisión personal después de haber hablado con "muchos militantes y muchos dirigentes". Esos dirigentes son los que promovieron una encuesta interna para testar su fuerza como candidata y quienes aseguran que ella está a tan solo tres puntos de Esperanza Aguirre -quien, por cierto, recientemente alabó su papel como ministra y como política-, mientras Gómez quedaría a dieciséis. "Con Trini -insisten- hay partido". La propia interesada lo defendió así: "Estoy en condiciones de presentar un proyecto que ilusione a los madrileños".


En su mano, la ministra tiene muchas cartas. La primera, justamente, su condición de miembro del Gobierno que, de momento, no tiene intención de abandonar. Conoce la política madrileña porque ejerció como líder de la oposición durante tres años en el ayuntamiento ("yo no soy de las que se van", dijo ayer) y, además, tiene experiencia de gestión como secretaria de Estado para Iberoamérica, primero y como titular de Sanidad, en la actualidad.


Pero, sobre todo, mientras Gómez cuenta con el respaldo de viejas glorias como Gregorio Peces-Barba o el ex alcalde Juan Barranco, a ella le apoyan primeras espadas. Aunque está por ver que eso sirva para ganar el primer asalto.