JOSÉ HERMIDA

"Zapatero emite señales de querer ser invisible, no irá a la reelección"

El presidente ha cambiado su gestualidad hasta adquirir la postura de un pajarito cogido a la rama, interpreta Hermida.

José Hermida, consultor experto en comunicación, autor de 'Hablar sin palabras'.
"Zapatero emite señales de querer ser invisible, no irá a la reelección"
EMILIO ARAGON PEREZ DE CAMINO

Si va a una entrevista de trabajo, antes de dar la mano séquela disimuladamente si la tiene húmeda si no quiere transmitir inquietud. Es uno de los consejos de José Hermida, experto en enseñar a interpretar las señales de comunicación no verbal, a detectar cómo debemos actuar para emitir los gestos que más nos convienen.

Recoge en su libro la frase de Chaplin 'La vida es una obra de teatro que no permite ensayos'. ¿Su obra permite preparar la función?

Claro que permite ensayos, porque lo que propone el libro es que podamos aprender a gestionar los distintos escenarios de confrontación, de colaboración o de indiferencia en los que tengamos que interactuar en la vida diaria.

¿Puede darnos algún consejo de comunicación no verbal para superar estas fiestas navideñas y salir ileso en la relación con suegras y cuñados?

Depende de cuál sea la relación previa. Si es de confrontación, recomiendo pasarla a una de indiferencia. No podemos emitir señales de que estamos entrando al trapo. Si se trata de un cuñado provocador, sarcástico, hiriente, que procura quebrar la confianza de quien le está oyendo, lo que no se puede hacer es lucha libre con un cerdo, porque los dos acabarán llenos de fango. Pero al cerdo le gusta, así que gana el cerdo.

Conviene no entrar en la pelea.

Explico en el libro que hay que practicar el 'misdirection' (dirección equivocada), mirar hacia otra parte. Tú me estás mirando, me haces un comentario hostil y yo no puedo denotar que verdaderamente me has hecho daño. Inmediatamente desviamos la atención hacia cualquier otra cosa. Hay que girar la cabeza y dejar de mirar a esa persona, ni con una lentitud exagerada ni muy deprisa, porque denotaría vulnerabilidad. Enviar el mensaje: "Esto no me interesa". Pongamos otra situación que es bastante frecuente hoy en día. Imagine que voy a buscar trabajo. ¿Qué postura debo tomar ante el entrevistador?

Debe emitir tres tipos de señal: mire directamente a los ojos, pero no con una mirada inmóvil, sino repartiéndola entre los extremos de los arcos ciliares y la punta de la nariz, porque así estará mostrando respeto y también interés, con lo que se da una imagen de vivacidad, de carácter despierto y diligente. Lo segundo: no podemos estar demasiado separados, la distancia normal es a un brazo de la otra persona, tal vez un palmo más. Y la tercera, determinante, es cuando le demos la mano: hay que transmitir una señal de confianza en uno mismo, así que no puede dar solo una parte de la mano, sino que tiene que procurar que la mayor parte de la piel esté en contacto con la otra persona. Eso le transmitirá seguridad. Cuando un empleador está buscando un trabajador quiere alguien que le solucione un problema. La presión de la mano tiene que ser lo suficiente como para que la otra persona lo note, porque eso denotará su energía personal, pero sin pasarse al presionar porque molestaría y ofendería a la otra persona. Y la mano debe estar seca, porque si estamos en una situación de congoja, de inquietud, nuestro corazón late con mayor frecuencia, es decir, estamos produciendo mayor energía, y la palma de la mano es una de las partes del cuerpo que primero suda. Si su mano está húmeda notará inconscientemente inquietud y su nivel de credibilidad disminuirá. Antes de dar la mano, si la tiene húmeda, séquela en la ropa sin que le vean.

¿Sabría deducir por su lenguaje no verbal si Zapatero se presentará o no a la reelección?

No, no lo hará.

¿Por qué lo cree?

Porque ahora ha cambiado su gestualidad. La inicial era juntar las yemas de los dedos y repetir un mensaje sin significado, sin contenido. Después, cuando creía que tenía arrinconada a la oposición, lanzaba mensajes contundentes hechos con movimientos de subida y de bajada, como reforzando las palabras. Y, por último, ha adquirido exactamente la postura de un pajarito cogido a una rama. Tiene unas ganas de no existir y de hacerse invisible, está emitiendo constantes señales de que quiere ser invisible.

¿Puede explicar mejor esas señales?

Ensimismamiento, encogimiento terrible de hombros, más marcado que nunca, y abatimiento, su rostro ha envejecido de una forma brutal en tan solo seis meses. Son claras señales fisiológicas y gestuales de que no quiere que le esté pasando lo que le pasa.

¿Y también se le ve deprimido?

Claro, la reciente fotografía de Merkel acercándose por detrás con miedo a asustarlo lo dice todo.

¿Y a Rajoy cómo lo ve? ¿Ha cambiado su gestualidad?

El señor Mariano Rajoy procura por todos los medios no emitir señales corporales. Hay una congruencia total en su estrategia, pero incluso dentro del partido hay muchas personas que no la comprenden. Como su estrategia concierne al hecho del equilibrio y del mensaje clave que tiene, que es 'Soluciones', no quiere hacer ningún aspaviento. Por eso sus comparecencias son tan poco frecuentes. Es coherente porque el mensaje es equilibrio, centro, soluciones. Sería estúpido hacer gestos contundentes de confrontación, tiene que manifestar un rostro impasible y lo está haciendo coherentemente. Ya veremos a ver si cuando esté en el poder sigue con ese rostro o utiliza otra gestualidad.

¿Y Rubalcaba? ¿Está tomando posiciones y gestos de candidato?

En el plano de la gestualidad, es una persona muy concentrada en sí mismo. Cuando está de pie está ligeramente encorvado, los hombros un poco subidos, de alguna forma está siempre atento por si es objeto de una agresión exterior.

Una clave es sonreír, pero con tanto botox tal vez se pierda el efecto deseado de la sonrisa.

Creo que una persona que se ponga botox ya no está siendo ella misma, y eso se transmite.

En el deporte, ¿Mourinho y Guardiola son como la noche y el día al emitir sus señales?

Sí, son radicalmente distintos. Mourinho es un actor magnífico, un experto en poner caras de enfado. Y se divierte haciendo lo que hace. Guardiola es el ejemplo de no decir lo que piensa, sino de pensar lo que va a decir, a quién lo va a decir? La calma con la que habla es porque está midiendo sus palabras, está en una situación de control de sí mismo y sobre el equipo. Infunde seguridad a su gente y por eso tiene ese equipo asombroso que son unas máquinas de meter goles.