TERMINA EL CAUTIVERIO

Zapatero: "El 'Alakrana' navega libremente y todos los miembros de la tripulación están sanos y salvos"

El Sudeste Asiático, el nuevo paraíso de los piratas
Zapatero: "El 'Alakrana' navega libremente y todos los miembros de la tripulación están sanos y salvos"
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"El 'Alakrana' navega libremente y todos los miembros de la tripulación están sanos y salvos". Con estas palabras anunciaba el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, la liberación de los 36 miembros de la tripulación del pesquero vasco que llevaba 47 días en manos de secuestradores somalíes. Tras una mañana del martes frenética para los secuestrados, finalmente la historia ha tenido un final feliz, aunque se desconoce el acuerdo al que se ha llegado con los piratas, pues Zapatero no ha aclarado este punto. Lo que sí ha dicho durante la rueda de prensa, es que los medios de comunicación deben tener prudencia en sus informaciones. Además, agradeció la actitud de las familias y del presidente del PP, Mariano Rajoy, durante este tiempo.


La base de operaciones de la negociación, de la que asumió toda la responsabilidad la presidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha sido la embajada española en Kenia. Desde allí, el embajador Nicolás Martín Cinto, en compañía del armador del barco, así como de los miembros del CNI, pilotaron las conversaciones. Gracias a su intermediación, los tripulantes del 'Alakrana' fueron liberados este martes tras más de un mes lleno de tensión en el que, en algunos momentos, temieron por su vida.


Ahora, el pesquero viaja a las Islas Seychelles a donde llegarán el próximo jueves, aproximadamente, y desde allí volarán a España para poder reunirse con sus familias tras más de cuatro semanas sin saber de ellas. Precisamente, las familias se enteraban de la liberación de los marineros gracias a las llamadas de éstos desde el barco, en donde celebraron lo sucedido. Según relató la hermana del capitán Galbarriatu 'Argi', la conversación con ellos fue breve, pues todos querían llamar a sus allegados. Según la joven, su hermano estaba "emocionado" cuando le comunicó sobre su liberación.


Poco después, el presidente del Gobierno hacía oficial la noticia ante los medios en donde felicitó a todos los miembros del gabinete de crisis, así como a las Fuerzas Armadas y al principal partido de la oposición por su actitud en este tema. Así, Zapatero se dirigió a Rajoy para agradecer que propiciara "un clima de apoyo" al Gobierno en la resolución de este caso.


Zapatero destacó que la liberación ha sido posible "gracias al esfuerzo de mucha gente y de la cooperación de todos" y agradeció especialmente el comportamiento de los familiares aunque "lo han pasado mal". "Lo que les pedí en la reunión que mantuve con ellas lo han cumplido fielmente y ha sido decisvo para que hoy podamos sentirnos tranquilos", valorando así que las familias cesaran en sus críticas al Gobierno.


En este sentido, se dirigió a los periodistas para decir que aunque comprende el interés informativo que ha generado el caso, la "prudencia y la paciencia son dos instrumentos fundamentales" para resolver asuntos como éste. De hecho, volvió a pedir "prudencia", "discreción" y "colaboración" cuando se le preguntó si se ha pagado algún rescate o si la Armada está persiguiendo a los secuestradores. Zapatero argumentó que estos asuntos afectan a la seguridad del Estado y de las personas y, por lo tanto, que la "prudencia" es "conveniente" no sólo durante los días de dificultades que se han vivido sino también "hoy y mañana".

 

Los dos piratas, en manos de la Justicia

Sobre el destino de los dos piratas que están siendo juzgados en España, Zapatero pidió "no prejuzgar la situación" que "está en manos de la justicia" y esperar a que se produzcan los hecho judiciales.


Aunque no dio detalles sobre la liberación, sí aseguró que asume "con toda responsabilidad" las decisiones "no fáciles" que ha tenido que tomar para resolver la crisis y aseguró que "la primera consideración" a la hora de tomar esas decisiones han sido la vida y la libertad de los tripulantes. "Entiendo que es lo que haría cualquiera en mi lugar", aseveró.


En la misma línea, aseguró que el Gobierno "ha hecho lo que tenía que hacer" y "ha trabajado, trabaja y trabajará dentro de la legalidad" en operación con el armados y las familias de los secuestrados. En todo caso, el jefe del Ejecutivo deseó que no vuelva a producirse un suceso similar, ni durante su gobierno ni durante ningún otro.


El secuestro


El secuestro comenzó en la madrugada del 2 de octubre. Horas después Gobierno vasco y Ministerio de Defensa confirmaron el secuestro en aguas internacionales a 415 millas de las islas Scheylles y a 375 de la costa de Somalia, así como que el atunero se encontraba fuera del perímetro de seguridad establecido por la fragata Canarias. La tripulación del buque la conforman 36 personas, de los cuales 16 son españoles, ocho de Indonesia, cuatro de Ghana, tres de Senegal, dos de Madagascar, otros dos de Costa de Marfil y uno de Seychelles. Entre los de nacionalidad española, siete son vascos, ocho gallegos y uno de Huelva.


El Alakrana ya había sufrido un intento de asalto un mes antes -4 de septiembre-, aunque logró eludirlo gracias al mal tiempo. El mismo día del secuestro Defensa ordenó a la fragata de la Armada Canarias y al avión de combate especializado en patrulla marítima P3 Orión que se dirijan hacia la zona.


El Gobierno formó un comité de crisis y desde el Ministerio de Medio Ambiente se aseguró que en todo momento se estaba en permanente contacto con las familias, versión que sin embargo fue desmentida por los familiares, que tras criticar al Gobierno en la dramática jornada cuando los piratas sacaron a tres pescadores del barco, se reunieron con el presidente del Gobierno, guardando silencio a partir de ese momento.


Dos días después del secuestro, la fragata 'Canarias' detuvo a dos piratas -Abdu Willy y Raagegeesey- por su implicación en los hechos. La detención se produjo cuando los dos secuestradores abandonaron en un esquife el 'Alakrana' y fueron seguidos por la fragata 'Canarias'. El 5 de octubre Garzón dictó el ingreso en prisión incondicional de los dos piratas y ordenó que ambos fueran trasladados a España de forma "urgente", acusados de un delito de asociación ilícita, 36 de detención ilegal, robo con violencia y uso de armas. El magistrado respondió así a la petición de la Fiscalía.

Momentos difíciles


El 5 de noviembre se produce el momento más crítico. Los piratas bajan a tierra a tres secuestrados amenazando con entregarlos a las familias de los dos detenidos en Madrid, si los dos piratas encarcelados en España no son devueltos a Somalia. También amenazaron con matar a otros tripulantes si esto no se hacía. Los secuestrados hablan con sus familias y les piden que hagan "mucho ruido" para presionar en favor de un fin del cautiverio, que lleva a manifestaciones el sábado 7 en Bermeo (Vizcaya) y Vigo (Pontevedra). No obstante, tras gestiones diplomáticas volvieron al barco.


A partir de ese momento, el Gobierno mantiene todas las vías abiertas para buscar una solución y comienza un debate sobre la hipotética posibilidad de enviar a Kenia a los dos piratas detenidos. Se habla de que cumplan condena en Somalia pero sean juzgados en España, de extradición o de aplicarles la Ley de Extranjería. Los familiares de los tripulantes se reúnen con el presidente de la Audiencia Nacional y con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, guardando silencio a partir de ese momento.


Entre tanto, la situación se enreda en un cruce de comunicados de Gobierno y Audiencia Nacional sobre quien ordenó la detención y el traslado de los piratas. El Gobierno defendió en todo momento que hizo "lo que tenía que hacer" y que por unanimidad decidió su detención, pero no así su traslado. La Audiencia, por su parte, aseguró que desconocía que hubiera intención de llevarlos a Kenia, y por eso Garzón legalizó su situación, pero sin actuar de oficio, sino a partir de una denuncia de Abogacía del Estado.