El presidente del PNV, Íñigo Urkullu, ha afirmado este domingo que los últimos cuatro años han sido «la legislatura del Estatuto» y ha augurado que «la siguiente, va a ser la de un nuevo estatus para Euskadi».

En la celebración del 116 aniversario de la fundación del PNV, Urkullu ha adelantado que para las próximas elecciones su partido se ha fijado el doble objetivo de «evitar las mayorías absolutas», «siempre nefastas para Euskadi» y al tiempo que «conseguir un grupo vasco con capacidad política y con influencia real».

Según ha augurado, tras conseguir en éstos últimos años «completar el Estatuto» e importantes avances en el autogobierno, el PNV va a «lograr un nuevo estatus político para Euskadi», desde el compromiso de avanzar en «la construcción nacional y social de Euskadi en el día a día».

Para lograr esa meta, Urkullu ha recordado que el PNV celebrará los próximos meses su Asamblea General en la que «actualizará« y «renovará» su proyecto «nacional y político», en un proceso interno en el que ha defendido recuperar «los valores de transparencia y honestidad», «que son la seña» del partido.

Ante un centenar de afiliados y simpatizantes, además de representantes institucionales y escoltado por los presidentes del PNV en Bizkaia, Andoni Ortuzar y Gipuzkoa, Joseba Egibar, Urkullu ha instado a aprovechar la oportunidad de ese debate en el seno de la formación para hacer autocrítica y «reconocer los errores» para «erradicarlos».

Ha destacado su compromiso de dejar de «herencia» un partido «íntegro e incorrupto» como a él le fue legado, tras 116 años de historia de «una estructura de personas decentes» y de «conducta honorable».

Según Urkullu, «así debe y va a seguir siendo», para lo cual ha dicho: «Necesitamos pasar el anti virus para detectar si hay troyanos que infectan nuestro propio sistema. Y si es así, aplicar los procedimientos efectivos para que el mal remita».

En su intervención el presidente del PNV ha pedido al lehendakari Patxi López que «afronte la tribulación» por la desconfianza en su Ejecutivo que los ciudadanos han expresado en las últimas encuestas «y haga mudanza».

Así, le ha dicho que «la desconfianza en el Gobierno no se debe a la crisis económica», sino a la «incapacidad» del propio ejecutivo de responder a esa situación.

Urkullu también ha destacado que el PNV propiciará, favorecerá e impulsará que, al terminar la violencia de ETA, la izquierda abertzale reconozca «el dolor causado» como «punto de partida» para «construir un nuevo futuro en libertad».

Ha opinado que «con la espada de Damocles de la violencia» se cuestiona la legitimidad política de la izquierda abertzale y de Bildu.

Según ha añadido, «con la paz ni se juega ni se calcula» y ha confiado en que «nadie tenga la tentación de jugar con los tiempos» y «de querer dilatar un final por puro interés electoral».

A su juicio, «ha llegado el momento de la libertad auténtica, de la paz, del cese definitivo del terror» y ETA debe abandonar su actividad para que «Euskadi inicie la mudanza hacia un nuevo tiempo de paz y libertad».