PAÍS VASCO

Urkullu acusa al PSE y al PP de borrar los rasgos de Euskadi

El PNV celebra el día del partido por primera vez en años desde la oposición

Urkullu colabora para formar el mosaico con la ikurriña más grande de la historia, ayer.
Urkullu acusa al PSE y al PP de borrar los rasgos de Euskadi
David Aguilar/EFE

El presidente del PNV, Íñigo Urkullu, dio una de cal y otra de arena en la fiesta del 'Alderdi eguna' (día del partido) que celebraron los nacionalistas en Foronda, cerca de Vitoria. Por un lado, arremetió contra socialistas y populares por intentar borrar todos los rasgos diferenciales de Euskadi para que sea "una comunidad más de España", pero por otro, se ofreció a José Luis Rodríguez Zapatero para llegar a un acuerdo presupuestario.

 

El líder nacionalista justificó frente a sus simpatizantes más acérrimos que, pese a "lo mal" que el Gobierno gestiona la crisis y aunque la actitud de Zapatero "no invita a esperanza", lo que toca ahora es pacto. "Por responsabilidad institucional -dijo- y por Euskadi", que necesita estabilidad, inversiones, apuesta por la industria, innovación, internacionalización, financiación y creación de empleo. "Si hay que negociar, negociar; si es posible llegar a acuerdos, acordar; y por último y siempre, cumplir la palabra dada", subrayó.

 

El papel de Urkullu no era este domingo fácil. Es la primera vez en 30 años que el PNV celebra su día grande estando en la oposición y la única que la fiesta contaba con un solo orador. Tenía además el reto de enardecer a un público que aún se resiente de la pérdida de poder, tras haber sido ganadores de los comicios con cinco escaños de diferencia sobre el PSE. Y debía hacerlo sin traicionar su decisión de dialogar con el 'usurpador'.

 

En este difícil equilibrio dialéctico, cargó con dureza contra el pacto entre el PSE y el PP, que situó al socialista Patxi López como lendakari, y acusó a ambos partidos de intentar "diluir" a Euskadi para convertirla en "una comunidad más de España". De forma gráfica, señaló que socialistas y populares "se han casado" en un matrimonio "de conveniencia" y con "separación de bienes", con el único objetivo de "debilitar Euskadi" para que "no les dé problemas".

 

Urkullu trató además de explotar las contradicciones de un acuerdo de gobierno que ha convertido en compañeros de viaje a formaciones que en el resto de España son como el agua y el aceite e ironizó con que, mientras en Madrid se pelean con "trajes y escuchas" en Euskadi están unidos en el "pacto de las Vascongadas", una terminología antigua de rancias connotaciones. "Este frente español -agregó- ya no se oculta" y la mejor muestra es las negociaciones que mantienen para las próximas elecciones locales y forales en 2011.

 

El líder nacionalista insistió en que PP y PSE "no defienden Euskadi", y lo que "ha unido a los contrarios" es "desalojar el nacionalismo del gobierno de las instituciones". Prometió entonces a los miles de militantes congregados que el PNV mantendrá "sus señas de identidad: responsabilidad, estabilidad institucional y defensa de Euskadi".