Caso Palma Arena

Urdangarin reconoce que la Casa Real le pidió que dejara sus negocios

Urdangarin, tranquilo ante el juez, explica su vinculación con las sociedades que recibieron fondos del Instituto Nóos.

Iñaki Urdangarin ha hablado con los medios antes de entrar a los Juzgados
Urdangarin llega a los juzgados de Palma "para aclarar la verdad de los hechos"
EFE

El duque de Palma, Iñaki Urdangarin, ha reconocido ante el juez José Castro que la Casa Real le instó en 2006 a abandonar sus negocios en el Instituto Nóos, según han informado fuentes jurídicas.


Urdangarin comenzó poco después de las 9.00 a explicar ante el juez acerca de su vinculación, tanto en calidad de socio como de administrador, con las mercantiles que están siendo investigadas en el marco de la pieza del caso Palma Arena que indaga un presunto desvío de fondos públicos y privados a través del Instituto Nóos.


Así, durante su declaración, el marido de la Infanta Cristina está respondiendo de forma tranquila a las preguntas preliminares que le está formulando el magistrado.


El titular del Juzgado de Instrucción número 3 le ha interrogado durante este tiempo sobre la estructura de la entidad, que presidió Urdangarin entre 2004 y 2006, así como acerca de su participación en la relación de sociedades sobre las que le ha ido preguntando.


El imputado ha respondido de esta forma que ha tenido vinculación con varias de estas empresas, como Nóos Consultoría Estratégica, Aizoon S.L., Virtual Strategies y Shiriaimasu.El interrogatorio

Durante este tiempo el juez ha centrado así el interrogatorio en el papel del duque en estas mercantiles, que presuntamente constituyeron una trama societaria a través de la cual Urdangarin y su exsocio Diego Torres se apoderaron de los fondos públicos y privados que percibió Nóos. En concreto, 5,8 millones de euros de los gobiernos de Baleares y la Comunidad Valenciana y 4,4 millones de empresas privadas.


En concreto, la declaración arrancó a las 9.10 si bien se produjo un breve receso en torno a las 11.20. Al cabo de un cuarto de hora volvió a reanudarse la deposición. Durante el parón, el encausado ha permanecido dentro de los juzgados ante la expectación mediática y ciudadana que su comparecencia ha generado a las afueras de las dependencias judiciales, todo ello mientras varios abogados aprovechaban para ir a tomar un café.La llegada

Pocos minutos antes de las 9.00 el duque de Palma hizo presencia en los Juzgados de Vía Alemania, justo después de que también lo hicieran los fiscales anticorrupción Pedro Horrach, Juan Carrau y Miguel ngel Subirán, así como el propio Castro, quien a su llegada recibió el aplauso de los numerosos manifestantes que se agolpan en los aledaños y fue jaleado por ellos mientras atravesaba la calle en dirección al edificio judicial.


Las acusaciones consideran a Urdangarin, junto a Torres, responsable de urdir un entramado societario cuando ambos estaban al frente de Nóos con el fin de apoderarse de los fondos públicos y privados que recibía la entidad. Para ello, fijaban precios totalmente desproporcionados por los servicios que prestaban a la Administración y posteriormente simulaban trabajos ficticios a mercantiles del entramado societario de Nóos. Cantidades que acababan presuntamente así en manos de empresas controladas por los dos imputados.


El análisis de la numerosa documentación incautada en el marco de la causa pone de relieve además el reiterado cruce de facturas supuestamente ficticias o por importe superior al servicio prestado, efectuado entre estas sociedades con el objetivo de incrementar gastos de unas u otras empresas a efectos de rebajar artificialmente el coste del correspondiente impuesto de sociedades.


En cuanto a los foros de turismo y deporte celebrados en Baleares por un total de 2,3 millones de euros -1,2 millones el primero y 1,1 millones el segundo-, el propio Torres aportó a la causa diversas facturas para justificar el destino que se dio a los fondos públicos si bien lo que en realidad revelaron fue la falta de justificación documental de donde fueron a parar las cantidades así como el uso supuestamente fraudulento de numerosas facturas de servicios realizados.