EXTERIORES

Una gira para relanzar las negociaciones de paz en Oriente Próximo

José Luis Rodríguez Zapatero inicia este martes en El Cairo la segunda parte de su gira por Oriente Próximo. En apenas un mes, desde su visita a Damasco, Jerusalén, Gaza y Líbano, las cosas se han torcido en la región de forma considerable. Donde había esperanza ahora hay pesimismo. El primer intento del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, por abrir un proceso de paz que permita acabar con años de enfrentamiento entre Israel y Palestina ha fracasado. Pero la comunidad internacional no tira la toalla.


"El gran objetivo -señalan fuentes diplomáticas españolas- es tratar de relanzar las conversaciones".


La implicación del jefe del Ejecutivo en esta ambiciosa tarea está, en buena medida, vinculada con la asunción de la Presidencia rotatoria de la UE a partir de enero. España puede aportar su buena relación con diversos actores del mundo árabe y pretende lanzar a Estados Unidos el mensaje de pondrá todo lo que está en su mano para crear una atmósfera favorable a la negociación. "El liderazgo corresponde al presidente Obama -insisten- pero es importante que sienta que no está solo y que puede contar con la UE y con algunos socios árabes".


El anhelo de la diplomacia española sería, además, que la situación se desatasque durante la Presidencia española; lo que otorgaría al Gobierno un cierto protagonismo. Al margen de la labor que pueda desempeñar el recién elegido presidente permanente de la UE, Herman Van Rompuy, hay otros líderes europeos que pueden hacer sombra en este terreno al español. El francés, Nicolás Sarkozy, parece muy interesado en tener voz en este asunto y prueba de ello son sus conversaciones, hace apenas diez días, con Benjamin Netanhayu, su encuentro con el presidente sirio Bahsar el Asad o su viaje a Iraq.


Arabia Saudí

Zapatero no recalará únicamente en Egipto, un país clave por su papel de mediador en la región y sus esfuerzos de reconciliación entre facciones palestinas, también se reunirá en Arabia Saudí con el rey Abdulá bin Abdelaziz y cabe la posibilidad de que haga un alto en Qatar, uno de los principales contribuyentes económicos de la Alianza de Civilizaciones. Lo que más interesa al Ejecutivo es conocer el estado de las relaciones saudíes con Irán, de enorme importancia para la estabilidad de la región y, en principio, enconadas.


"Tenemos un riesgo de enfrentamiento entre ambos países por el poder regional", subrayan los diplomáticos españoles. Ahora hay un intento de reconducirlo a través de métodos consensuados en la ONU: sanciones con las que estarían de acuerdo Estados Unidos, la UE y Rusia después de la negativa de los iraníes a que el uranio enriquecido salga del país para su posterior uso en un reactor médico que garantice la producción para usos civiles.


En todo caso, en el viaje de Zapatero hay también intereses bilaterales. De hecho, lo que se celebra en El Cairo es una Reunión de Alto Nivel en la que también participará el ministro de Fomento, José Blanco. Se espera que las empresas españolas puedan encontrar oportunidades de negocio en el proceso de privatización que ha iniciado Egipto en sectores como el energético, el de telecomunicaciones o el turístico.


Además Zapatero aspira a dar un impulso a la Unión por el Mediterráneo, bloqueada desde hace meses. Pretende que el nombramiento de su secretario general -de momento sólo existe un candidato, el jordano, Ahmad Masa'deh- se concrete por fin para poder arrancar la Presidencia de turno con este asunto resuelto.