La Policía Nacional detuvo ayer en Nava del Rey (Valladolid) a tres personas de nacionalidad rumana, por una operación de compraventa de un bebé de 10 meses.

El valor del niño fue tasado en 2.000 euros. Su destino hubiera sido la mendicidad, según informó ayer la Subdelegación del Gobierno en Valladolid. Los detenidos son el matrimonio que pretendía aprovechar el niño para pedir limosnas y la madre que aceptó la contraprestación a cambio de perder a su propio hijo.

Precisamente, la madre biológica se encuentra ingresada en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid, donde dio a luz a otro hijo, cuya suerte, previsiblemente, hubiera sido la misma suerte que la de su hermano. La pareja que desembolsó los 2.000 euros ha pasado a disposición judicial, a la espera de esclarecer todas las circunstancias de esta 'operación comercial'.

Fuentes de la investigación admitieron que, probablemente, no es un caso insólito, sino que se puede producir con más frecuencia de la que se supone en determinados ámbitos de este grupo de extranjeros.

Consternación en el pueblo

Los más de 2.000 habitantes de Nava del Rey se mostraron consternados a medida que fueron conociendo la noticia ofrecida por el subdelegado del Gobierno, Cecilio Vadillo. El alcalde, Cirilo Moro, expresó su malestar por los hechos y precisó que estas familias, procedentes de Rumanía, residen en un asentamiento de los arrabales del municipio, donde viven ajenas a cualquier tipo de control.

Durante los últimos días, varios agentes policiales recorrieron las calles del pueblo en busca de pistas que indicaran el lugar preciso del delito. El alcalde añadió que la mayoría de los inmigrantes están perfectamente integrados, entre otros motivos, porque trabajan como cualquier otro vecino en las labores agrícolas.

El bebé se encuentra ya en un centro oficial de la Junta de Castilla y León, después de recibir una asistencia sanitaria de los Servicios Sociales de la Diputación. La Policía espera que este tipo de intervenciones sirvan para disuadir a otras familias que pretendan realizar estas acciones, aunque las pesquisas se complican, especialmente, en los ambientes más marginales. La única buena noticia de este lamentable suceso es que el bebé crecerá sano y tendrá la oportunidad de desarrollar su infancia en un centro de menores con las atenciones elementales. Es probable que en un futuro pueda ser adoptado por una familia, sin que medie ni un solo céntimo de euro.