Salgado no descarta una subida de impuestos

La vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, ha asegurado hoy que "no está sobre la mesa en este momento" la subida de nuevos impuestos, aunque el Gobierno "no lo descarta para el futuro".


Durante su intervención en un programa de Antena 3 Televisión, Salgado ha explicado que la necesidad de acelerar la reducción del déficit público que ha impuesto Bruselas ha obligado al Gobierno a "plantear a la sociedad española sacrificios que nos hubiera gustado evitar".


Sin embargo, ha recordado que el Ejecutivo ya acordó la subida de los impuestos al ahorro y el alza del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), "cosa que fue criticada y que sin embargo parece que en este momento, afortunadamente, todo el mundo entiende", por lo que ha defendido que las nuevas actuaciones se centren ahora en otras áreas.


En cuanto a las pensiones, puso de relieve que no se recortarán, sino que no se revalorizarán el próximo año, aunque justificó que esa decisión se ha tomado después de que "el Gobierno socialista haya subido las pensiones en los últimos años mucho más de lo que lo hizo el PP en los ocho años que gobernó".


Preguntada por la reforma laboral, la vicepresidenta segunda y ministra de Economía ha descartado que el Gobierno tenga que aprobarla por decreto.


"Una reforma laboral se consolida y es efectiva si cuenta con los trabajadores y también con los empresarios. Estamos por el diálogo y creemos que es de ese diálogo del que deben surgir los cambios que sin duda ninguna hay que hacer en nuestro mercado laboral", ha afirmado.


Durante su intervención, también ha criticado la actitud y las propuestas de rebaja del déficit público del PP, que a su juicio "adolecen de una falta de proporcionalidad absoluta".


Según Salgado, la supresión de las subvenciones a los sindicatos y los partidos políticos afectaría a instituciones claves en la vida democrática y permitirían ahorrar "escasamente unas decenas de millones de euros", frente a los 5.000 millones previstos de ahorro para 2010 y 10.000 millones para 2011.


La vicepresidenta afirmó que esa propuesta, que puede calificarse de "demagógica", pone de manifiesto "la poca conciencia de respeto a las instituciones del PP" y "un escaso deseo de colaboración incluso en los momentos más difíciles".