SECUESTRADOS EN MALI

Seis meses sin Roque y Albert

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Albert Vilalta tras el rapto.
Seis meses sin Roque y Albert
EFE

Se cumplen seis meses desde que los cooperantes españoles Roque Pascual y Albert Vilalta fueron secuestrados por la organización terrorista Al Qaeda en el Magreb Islámico, que aún los retiene en Mali. Esta semana se ha conocido que los rehenes se encuentran en buen estado de salud. Ambos fueron secuestrados junto a su compañera Alicia Gámez, que fue liberada el pasado 10 de marzo tras permanecer 101 días con ellos.

La tarde del 29 de noviembre la Caravana Solidaria organizada por la oenegé Barcelona Acció Solidaria fue asaltada por miembros de Al Qaeda del Magreb Islámico, en la carretera que une las localidades mauritanas de Nuadibú y Nuackchot. En el último de los convoyes viajaban los tres cooperantes secuestrados.

El resto de la caravana, integrada por 12 vehículos y una treintena de personas, prosiguió su ruta hacia Senegal acompañada por escoltas militares, después de que la expedición lo votara así por unanimidad. España, Mauritania y Mali activaron en seguida sus dispositivos de búsqueda por tierra y aire para localizar a los secuestradores y evitar así su huida a otro país.

Durante el primer mes de secuestro Vilalta sufrió una herida de bala en la pierna, aunque su estado de salud mejoró poco tiempo después. De hecho, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró el viernes que los dos cooperantes permanecen secuestrados en el norte de Mali y "están bien" de salud. Además, aseguró que el Ejecutivo "sigue trabajando en su liberación".

No fue hasta el 8 de diciembre cuando se produjo la reivindicación del secuestro, que llegó a través de una grabación sonora difundida por la cadena Al Yazira, y en la que Al Qaeda del Magreb Islámico admitía su autoría.

"Bien y con respeto"

Tras más de 100 días secuestrada, Alicia Gámez fue liberada y regresó a Barcelona donde aseguró que los integrantes de la organización terrorista les habían tratado "bien y con respeto dentro de las limitaciones propias del desierto".

Asimismo, agradeció el "apoyo y solidaridad" de la sociedad española y catalana. Concluyó su breve intervención deseando la pronta liberación de sus dos compañeros.

Mientras, Mauritania ha multiplicado sus medidas de seguridad por todo el país, con un amplio despliegue militar concentrado en las zonas desérticas y más cercanas a las fronteras. Tras el secuestro, unidades del Ejército mauritano se desplegaron sobre la práctica totalidad del territorio nacional, principalmente en los pasillos fronterizos de infiltración de terroristas, contrabandistas y narcotraficantes.