RELIGIÓN

Rouco denuncia que la materia de Religión está "discriminada" en los centros educativos

El presidente de los obispos dice que se incumple el Acuerdo de España con la Santa Sede. Gabilondo lo niega

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Rouco denuncia que la materia de Religión está "discriminada" en los centros educativos
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madrid. La regulación de la asignatura de Religión incumple el Concordato y la materia que se imparte en los centros escolares está 'discriminada'. Así lo denunció este lunes el presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y arzobispo de Madrid, cardenal Antonio María Rouco Varela, durante el discurso inaugural de la 94º Asamblea Plenaria. Estimó Rouco que la propuesta de un "pacto escolar" desde diversas instancias ha puesto de nuevo de relieve "los graves problemas que aquejan a nuestro sistema educativo". Así, subrayó que los obispos "continuamos preocupados, junto con los profesores y muchos padres de alumnos, por la deficiente regulación jurídica de la enseñanza de la Religión y Moral Católica en la escuela".

El ministro de Educación , Ángel Gabilondo, se apresuró a asegurar que la asignatura de Religión no está discriminada en los centros educativos españoles y añadió que el Ministerio escuchará "con mucho cuidado" los argumentos de la CEE, de los que aún no tenía conocimiento. Apuntó que los acuerdos con la Santa Sede no son competencia de su Ministerio ni tampoco del ejecutivo, sino que se trata de pactos entre Estados.

La razones del arzobispo

Según dijo Rouco, los problemas se remontan a la aplicación normativa de la LOGSE "y siguen sin ser resueltos y, por tanto, agravados". "Estimamos -dijo- que la regulación vigente sobre esta materia no se adecua a lo previsto en el Acuerdo sobre Educación y Asuntos Culturales entre la Santa Sede y España". Y es que, enfatizó el presidente del Episcopado, la carencia de una verdadera alternativa académica coloca a los profesores y alumnos de Religión y Moral Católica "en una permanente situación de verdadera heroicidad pedagógica". Estimó Rouco que el "deterioro de la formación religiosa y moral en la escuela no es bueno para nadie y, menos, para los jóvenes que en la práctica se ven privados de ella u obligados a recibirla en condiciones difíciles y discriminatorias".

Incidió, asimismo, en la preocupación que les suscita el conjunto de asignaturas de 'Educación para la ciudadanía'. Estimó que, por su carácter obligatorio, deberían ser programadas como materia de formación "estrictamente cívico-jurídica y no, según es ahora el caso, como una materia de formación moral y de visión del hombre, de la vida y del mundo, fórmula típica de una enseñanza ideológica y adoctrinadora".

Según Rouco, en los últimos tiempos han emergido problemas fundamentales del sistema educativo, entre los que citó los altos porcentajes de fracaso escolar, la presencia creciente de la indisciplina y la violencia en las aulas, la pérdida de autoridad humana y pedagógica de los profesores y una educación sexual impartida sin criterios morales y sin que los padres de los alumnos la conozcan.

Para que el problema educativo sea bien resuelto, reseñó, ha de ser abordado desde un planteamiento adecuado de la titularidad del derecho a la educación. Y, dijo, "los titulares de ese derecho fundamental son, en primer lugar, los padres de familia y la sociedad con las diversas instituciones que la integran". "El Estado -agregó- es también titular de ese derecho de forma subsidiaria, en el sentido de que ha de velar por que la educación llegue realmente a todos, en igualdad de oportunidades y en condiciones de libertad responsable y practicable por todos: en primer lugar, por los padres, y, luego, por las instituciones sociales educativas en sentido amplio".

Sobre este aspecto, concluyó Rouco sobre el acuerdo en materia de educación que "si hay voluntad de lograrlo, de respetarlo y de cuidarlo en la legislación ordinaria, en la administración y en la praxis social, el pacto escolar podría ser una realidad fecunda para el futuro de la educación en España".

Nuevo Nuncio

A la Asamblea Plenaria del Episcopado asistió, por primera vez, el nuevo Nuncio Apostólico en España, Renzo Fratini, quien destacó que sus "primeras impresiones al llegar a España son positivas. Valoro profundamente la gran historia de este país, que ha sabido expresar la fe en una cultura a lo largo de los siglos".