TERRORISMO

"De repente solo vi oscuridad y creí que estaba muerto"

Las víctimas del ataque de ETA a la casa cuartel de la Guardia Civil en la localidad alavesa de Legutiano, que mató al agente Juan Manuel Piñuel Villalón, revivieron ayer las imágenes de la brutal explosión durante el juicio que se celebra en la Audiencia Nacional contra tres supuestos miembros del comando Vizcaya.

Las víctimas del ataque de ETA a la casa cuartel de la Guardia Civil en la localidad alavesa de Legutiano, que mató al agente Juan Manuel Piñuel Villalón, revivieron ayer las imágenes de la brutal explosión durante el juicio que se celebra en la Audiencia Nacional contra tres supuestos miembros del comando Vizcaya.

Era el 14 de mayo de 2008. Faltaban "segundos" para las 2.55 cuando el comandante del puesto recibió una llamada en su casa. Un subordinado le advertía de la presencia de una furgoneta sospechosa estacionada ante el recinto. Y sin tiempo para más llegó la explosión. "No nos dio tiempo a nada. Estaba despierto y de repente solo vi oscuridad y creí que estaba muerto. Me sacaron de los escombros inconsciente. Desde entonces sigo bajo tratamiento psicológico y físico. Creo que no voy a volver. Estoy tramitando la incapacidad permanente", relató el comandante del cuartel.

Antes de fallecer, el guardia Piñuel, de 41 años, se encontraba en el pequeño edificio de vigilancia anexo a la casa cuartel. Acaba de revisar la furgoneta sospechosa junto al compañero que estaba de guardia y estaba dando el parte a la comandancia de Vitoria. "Piñuel solo me pudo avisar de la presencia del vehículo. Inmediatamente se produjo un corte en la línea. No escuché la explosión", aseguró al tribunal el instructor de las diligencias del atentado.

Apenas pasaron "tres minutos" desde que el comando colocara la furgoneta bomba y que el fallecido diera el aviso. Tiempo suficiente para que los supuestos autores materiales del atentado huyeran -Arkaitz Goikoetxea y Jurdan Martitegui (preso en Francia)-.

Por otro lado, la Audiencia ha condenado a 31 años y medio al etarra Francisco Javier Makazaga por el asesinato del concejal del PP en Zumárraga (Guipúzcoa) Manuel Indiano el 29 de agosto de 2000, ya que considera probado que el terrorista reconoció los hechos en una nota manuscrita enviada a la dirección de ETA. Además, el presunto ex jefe político de ETA, Mikel Albisu, alias 'Mikel Antza', afirmó ayer durante el juicio que se sigue contra él en París que "no hay un número uno" de la organización terrorista.