POLÍTICA

Mariano Rajoy busca el KO de Zapatero

Quiere convertir ese cara a cara en el principio del fin de un Zapatero al que el PP ve casi hundido.

A José Luis Rodríguez Zapatero, según el PP, se le agotan el tiempo y la credibilidad. Mariano Rajoy lleva semanas colando en todos sus discursos esta idea porque los populares están convencidos de que el presidente del Gobierno está tocado y casi hundido. Solo le mantienen a flote sus alianzas ocasionales con los partidos nacionalistas en el Congreso. Pero todo crédito tiene principio y final.

El líder del PP, como colofón de su estrategia de acoso y derribo, quiere convertir el próximo debate del estado de la Nación -que se celebrará presumiblemente el 7 y 8 de julio- en el punto de no retorno de Zapatero. Los populares preparan a conciencia este duelo parlamentario para poner evidencia que las medidas anticrisis impulsadas por el Ejecutivo socialista, lejos de ayudar a sacar a España de la crisis, han supuesto un lastre para la recuperación.

Un 'sí' a cualquier negociación con el Gobierno, pero un 'no' a colaboraciones sin réditos para el PP, con dos únicas excepciones: la lucha antiterrorista y la presidencia española de la Unión Europea. Dos cuestiones en las que Zapatero sí ha contado con el apoyo de los populares.

Rajoy accedió que su partido fuera al palacio de Zurbano para intentar cerrar un paquete de medidas anticrisis, pero envió a una delegación de bajo perfil político. Criticó hasta la saciedad el nuevo sistema de financiación autonómica, pero los presidentes regionales del PP la aceptaron bajo el epígrafe de 'mal menor'. Idéntico modus operandi en los contactos para reformar el Código Penal o para alcanzar un pacto para la mejora de la educación.

Esta filosofía de Rajoy ha defraudado a algunos sectores de la derecha, que reclamaban una oposición de más contundencia.

El partido opositor también ha esquivado las trampas para que ha intentado tender el PSOE. Rajoy exige una reforma laboral, pero nadie sabe cómo sería su modelo. Lo mismo ocurre con la reducción del déficit, una acción improrrogable que el líder popular reclama a Zapatero, aunque sin enseñar el camino que él seguiría. Rajoy sopesa ahora dar un golpe de timón en julio. El 'váyase señor Zapatero' puede estar al llegar.