CAMBIO EN LA CONSTITUCIÓN

PSOE y PP negocian contrarreloj para incorporar a CiU a la reforma

Desde el PSOE, la directora de la campaña electoral, Elena Valenciano, ha apostado por que la reforma alcance el consenso con todos los partidos que han estado en el pacto constitucional.

Rubalcaba y Durán, en un receso en el Congreso de los Diputados
PSOE y PP negocian contra reloj para incorporar a CiU a la reforma
EFE

Tras superar este martes su primer trámite parlamentario, la reforma constitucional ha entrado en una nueva fase en la que el PSOE y el PP negocian con CiU para llegar a un acuerdo, que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ve difícil de alcanzar.


Los dos grupos mayoritarios en la Cámara tienen apenas 24 horas para sumar un mayor consenso al acuerdo alcanzado, ya que el plazo de presentación de enmiendas a la iniciativa de reforma culmina mañana a las dos de la tarde.


Durante una rueda de prensa conjunta con el primer ministro de Portugal, Pedro Passos Coelho, Zapatero ha insistido en que esta propuesta era muy "perentoria". "Ahora una reforma nos es útil, muy útil", ha apostillado.


En su primera rueda de prensa tras plantear la reforma, ha admitido las dificultades en la negociación con CiU y ha dicho que no es fácil incorporar al proyecto algunas de las propuestas de los nacionalistas catalanes al proyecto.


Para Zapatero, las discrepancias de CiU tienen "algo más que ver con una interpretación", que "no es correcta", sobre el impacto de la reforma en el autogobierno y en la autonomía financiera de las comunidades.


Zapatero ha asegurado también que tiene más "cercanía que nunca" con el candidato socialista para las elecciones del 20-N, Alfredo Pérez Rubalcaba.


En un encuentro a puerta cerrada con universitarios, Rubalcaba ha defendido la estabilidad presupuestaria y ha situado a los socialistas "entre los manirrotos que defienden una deuda excesiva y los fanáticos del déficit cero", convencido de que "la deuda es como el colesterol malo".


"Lo que está pasando en Grecia no lo quiero para mi país, aunque me cueste votos", ha dicho Rubalcaba.

Apuesta por el consenso


Desde el PSOE, la directora de la campaña electoral, Elena Valenciano, ha apostado esta mañana por que la reforma alcance el consenso con todos los partidos que han estado en el pacto constitucional.


Por ello, ha dicho, su partido quiere "hablar con todo el mundo", no sólo con CiU.


En declaraciones a Onda Cero, la dirigente socialista ha confiado en que el portavoz parlamentario de CiU, Josep Antoni Duran, se sume al pacto, dado que es "muy serio y, en este momento, sabe que necesitamos enviar un mensaje potente de confianza en España".


El PP también confirma la existencia de conversaciones con CiU, que ya mantuvo desde el primer momento en que se empezó a negociar con el PSOE.


Desde Andalucía, el coordinador de Economía del PP, Cristóbal Montoro, ha pedido "prudencia" a quienes critican el pacto con el PSOE y el PP para la reforma, porque "es España entera la que se está jugando su credibilidad y la que se está jugando su futuro".


La portavoz adjunta del PP en el Congreso, Fátima Báñez, ha aclarado que es una negociación a tres bandas porque así lo han acordado con los socialistas.


Por su parte, los nacionalistas trabajan en la redacción de las enmiendas que tienen previsto presentar y con las que buscan, entre otras cosas, que se fije un tope máximo de déficit fiscal entre las autonomías y el Estado y que se garantice la autonomía financiera de las comunidades.


IU y PNV preparan sus enmiendas


Izquierda Unida, según ha explicado su portavoz en el Congreso, Gaspar Llamazares, mantiene su intención de presentar una enmienda a la totalidad del texto debatido este martes y por ello ha iniciado conversaciones con ERC y BNG para que se sumen a la misma.


Llamazares ha descartado que haya contactos con el PSOE y ha afirmado: "Ni nos han llamado, ni lo esperamos ya que el desacuerdo es radical".


El contenido de la enmienda, ha precisado, se basará en la supresión del criterio de contención y evolución de la deuda por un objetivo de políticas sociales y Estado del bienestar.


El PNV, por su parte, aprovechará el proceso para presentar dos enmiendas al articulado de la proposición de Ley de PSOE y PP.


El portavoz del grupo vasco, Josu Erkoreka, ha anunciado que la primera de ellas pretende que se cite expresamente a los territorios forales vascos porque, de lo contrario, "constreñiría su capacidad financiera".


La segunda enmienda busca que la Constitución reconozca en su disposición adicional el derecho del pueblo vasco a la autodeterminación.


Los diputados se volverán a reunir el viernes en el Congreso, donde, si no hay sorpresas, la Cámara Baja dará su aprobación definitiva a la reforma, que pasará la semana que viene al Senado para su visto bueno.


En ese momento, se abrirá un plazo de quince días tras el cual, si una décima parte de los miembros de cualquiera de las cámaras así lo solicita, lo que no parece probable, la reforma debería ser sometida a referéndum.