PARTIDOS

PP, CiU y PNV son las fuerzas políticas que más se benefician de la financiación opaca

Los socialistas, con 62,3 millones de euros, acumulan la mayor deuda de los partidos con las entidades bancarias.

El PP y los nacionalistas catalanes y vascos son las formaciones políticas que más se han beneficiado de la financiación anónima. El último informe del Tribunal de Cuentas constata que los populares recibieron más de tres millones de euros en donaciones anónimas, CiU ingresó por esta vía 1,8 millones y el PNV, 903.889 euros. Las finanzas de los partidos revisadas por el organismo fiscalizador también revelan que los socialistas son los más endeudados con 62,3 millones en créditos, casi cuatro veces más que el PP, que adeuda a los bancos 16,3 millones de euros.



La financiación opaca fue una práctica muy común entre los partidos en los primeros años de la transición. Mecenas privados y empresas de todo tipo llamaron a las puertas de los partidos para efectuar sus aportaciones a condición, el franquismo era todavía un recuerdo muy cercano, de que no trascendieran sus identidades. Las entregas económicas de este tipo se mantuvieron una vez consolidada la democracia y sus principales beneficiarios siempre fueron los nacionalistas, que se beneficiaron del clientelismo creado en Cataluña y Euskadi, y Alianza Popular, primero, y después, el PP.


El escándalo, sin embargo, estalló en mayo de 1991 en las filas del PSOE con el 'caso Filesa', que llevó a la cárcel a varios dirigentes socialistas y que consistía en pagos multimillonarios de empresas al partido a cambio de informes inexistentes o irrelevantes.


Los socialistas no fueron los únicos salpicados por la polémica, los populares tuvieron el 'caso Naseiro', CiU se enredó con los casinos y el PNV, con las tragaperras. Los partidos tomaron cartas en el asunto y se plantearon la reforma de la ley que regulaba su financiación y que databa de 1987, y tras tres intentos fallidos en otras tantas legislaturas, con las donaciones anónimas como telón de fondo, aprobaron la reforma en mayo del año pasado con los votos en contra del PP y la abstención de Coalición Canaria. En el futuro no podrá haber financiación opaca en las organizaciones políticas, pero hasta que el Congreso dio la luz verde al cambio legislativo la fórmula fue muy utilizada.


El último informe del Tribunal de Cuentas entregado en el Parlamento, y que corresponde a las contabilidades de los partidos en 2005, indica que ese año las formaciones políticas tuvieron ingresos anónimos por valor de 7,7 millones de euros, y el organismo fiscalizador reconoce que, «dada su naturaleza», no pudo comprobar si la cuantía de estas donaciones sobrepasó el límite legal establecido. Casi la mitad de estas aportaciones opacas, 3,18 millones, fueron a parar al PP, con la particularidad de que 124.995 euros entraron en las arcas de Unión del Pueblo Navarro; CiU recibió 1,8 millones de euros de manos desconocidas, de los que 1,59 millones quedaron reflejados en la contabilidad de Convergencia, 148.498 en la de Unió Democrática, y 99.500 fueron registrados en la de la federación como tal; el PNV ingresó 903.889 euros en donaciones anónimas.


Tras las posiciones de podio, aparece el PSOE, con 874.700 euros en ingresos opacos, mientras que sus 'hermanos' catalanes del PSC captaron por esa vía 176.000 euros; en tanto que el Bloque Nacionalista Galego recaudó 160.000 euros sin identificar. El resto de formaciones o no reseñaron en sus libros contables aportación anónima alguna o fueron insignificantes, Esquerra Republicana declaró 260 euros de ese tipo de donaciones, e IU, 80.


Créditos y subvenciones


Con todo, la financiación desconocida no es la principal fuente de ingresos de los partidos. La parte del león la constituye las subvenciones públicas en función de los resultados electorales, que el último año fiscalizado supusieron 184 millones de euros para los partidos. Los socialistas acapararon casi el 40% con 71,1 millones de euros, seguidos de los populares, que ingresaron por este concepto 62,4 millones, muy lejos queda IU e Iniciativa per Catalunya con 11 millones, CiU, con 9,6 millones, el PNV, 6,3 millones, Esquerra Republicana, 5,8, Coalición Canaria, 2,4, y Bloque Nacionalista Galego, 1,4 millones de euros.


La segunda gran fuente de ingresos de las fuerzas políticas son los créditos de las entidades bancarias. En el ejercicio analizado, sumaron 184,7 millones de euros. En este apartado, los socialistas se llevaron la palma con 62,3 millones de euros en créditos, de los que 51,6 millones fueron contratados por el PSOE y 10,7 millones por el PSC.



Muy lejos figura CiU, con 24,1 millones de deuda con entidades financieras, de los que 14,7 fueron negociados por la federación, 5,02 corresponden a Unió Democrática y 4,4, a Convergencia; el PP declaró tener una deuda bancaria de 16,3 millones de euros, casi la cuarta parte de la deuda de los socialistas; el PNV contabilizó 14,2 millones en créditos; Izquierda Unida, 14,04 millones, a los que había que sumar los 4,8 millones de Iniciativa per Catalunya; el BNG declaró adeudar 3'3 millones; y Esquerra Republicana, 1,5 millones.


Las cuotas de afiliados son un ingreso menor para los fuerzas políticas. Sólo el PP, con 9,6 millones de euros, y el PSOE, con 8,7 millones, tienen aportaciones significativas en este capítulo.


Convergencia Democrática captó por esta vía 2,2 millones de euros y el PSC, 1,7 millones. El resto de los partidos no llegó al millón de euros.