INMIGRACIÓN

Nueve meses viviendo en el monte para no ser repatriados a su país

Se cumplen nueve meses desde que un grupo de 59 inmigrantes hindúes decidió, por voluntad propia, abandonar el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) en señal de protesta por el anuncio de su repatriación. Hoy malviven en el monte de Ceuta.


Primero el calor de los meses de verano, luego las lluvias de los meses de septiembre y octubre y ahora el frío no han podido minar la resistencia de este grupo de inmigrantes que dicen estar dispuestos a "llegar hasta el final", dice Gurpreet Singh, uno de ellos.


El inmigrante, que vive en un poblado de chabolas oculto entre los matorrales del bosque cercano al CETI, asegura que el paso del tiempo no ha debilitado al grupo.


"Llevamos una media de dos años en la ciudad y consideramos que es tiempo suficiente para que el Gobierno nos otorgue el permiso para trabajar en la península", explica el portavoz del grupo de inmigrantes.


En este largo periodo de espera, siete de ellos ya han conseguido encontrar un trabajo en varios bazares y como mozos de carga de camiones.


Amardir Singh, otro de los hindúes que habitan en el monte, dice que se gana la vida en el centro comercial Parque Ceuta, donde recibe unos céntimos ayudando a llevar bolsas de la compra hasta los vehículos.


No obstante, el desánimo también ha afectado al grupo, ya que Amardir Sing nos ha contado que a finales del pasado año sufrió una crisis de ansiedad debido a la tensión que le provoca pensar que su familia necesita su ayuda en su país.


Estuvo ingresado durante once días en la segunda planta del hospital civil del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA) donde le fue diagnosticada "depresión".


Mientras tanto, fuentes de la Delegación del Gobierno en Ceuta han afirmado que la situación del grupo no ha cambiado y que no hará excepciones en la aplicación de la Ley de Extranjería.


Desde el ente gubernativo se ha señalado que hace un año se concedió una ayuda a un grupo de Bangladesh que llevó a cabo idéntica protesta por razones humanitarias debido a un terremoto que había azotado su país.


Los 59 inmigrantes de La India no pierden la esperanza de alcanzar su sueño: viajar a Europa para ganar dinero.