Los saqueadores confesos del Palau de la Música, Fèlix Millet y Jordi Montull, comparecieron ayer en la comisión de investigación del 'Parlament', donde, como estaba previsto, se negaron a responder a las preguntas de los diputados acogiéndose a su derecho constitucional a no declarar para no perjudicar más su situación como imputados.

Tras años siendo tratados por los políticos de distinto color como destacados representantes de la sociedad civil catalana por su condición de responsables del Palau de la Música -uno de los emblemas del catalanismo político-, Millet y Montull tuvieron su particular viacrucis, mientras los grupos casi competían entre ellos a la hora de censurar su actuación y marcar distancias con los acusados.

Millet se limitó a leer una breve declaración en la que señaló que, al estar imputado, no deseaba hacer "en estos momentos" ninguna declaración. Sin la barba que le acompañó las últimas semanas y vestido con americana pero sin corbata, Millet asistió entonces a los reproches de los grupos con aire resignado, en ocasiones aburrido y a veces dibujado una media sonrisa irónica cuando los diputados más le apretaban.