Miles de ciudadanos guardan silencio para repudiar el último atentado de ETA

Miles de ciudadanos han guardado silencio este mediodía para expresar, en concentraciones frente a los ayuntamientos de toda España, su repulsa por el asesinato de Carlos Saenz de Tejada y Diego Salvá, los dos agentes de la Guardia Civil muertos en el atentado de ETA en Calviá (Mallorca).


La Guardia Civil ha sido protagonista en buena parte de las concentraciones, a las que han acudido numerosos agentes para solidarizarse con sus dos compañeros asesinados.


El Ayuntamiento de Palma ha reunido a miembros del Gobierno y el Parlamento autonómicos, el Consell de Mallorca y el propio consistorio, en una concentración silenciosa a la que se ha sumado el lehendakari vasco.


Patxi López ha recalcado allí que los vascos "perseguirán y detendrán a los que cometen crímenes detestables como éstos, cuyo único destino es la cárcel".


A esta concentración, que se ha cerrado con una intensa ovación, se han sumado también la presidenta del Parlamento Vasco, Arantza Quiroga; la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, y el coordinador general de IU, Cayo Lara.


Frente al Ayuntamiento de Pamplona, de donde procedía uno de los dos agentes asesinados, Diego Salvá, el presidente del Gobierno foral, Miguel Sanz, ha subrayado que, tras 50 años de existencia "clamando por Euskal Herria", ETA ha logrado "sembrar el terror y el dolor para no conseguir ni uno de sus objetivos".


El Ayuntamiento de Burgos, donde nació el otro agente, Carlos Saenz de Tejada, ha convocado a sus ciudadanos a una manifestación que comenzará a las ocho de la tarde, y en la que estará José Antonio Ortega Lara, víctima del secuestro más largo de la historia de ETA.


Unas 2.000 personas se han reunido en silencio frente a los consistorios de las nueve capitales de provincia de Castilla y León para rechazar la última acción de ETA.


En el País Vasco, las concentraciones han sido menos numerosas que en otros atentados, por ser fiesta en Vizcaya y Guipúzcoa y haber empezado las vacaciones buena parte de la población.


En la celebrada en Bilbao ha estado Rubén Puelles, hijo del inspector de Policía Eduardo Puelles quien, hasta ayer, era la última víctima mortal de ETA.


Rubén ha enviado un mensaje de ánimo a las familias de los dos agentes asesinados y ha dicho que los terroristas y los que les apoyan "son una banda de hijos de puta, con todas las letras".


Dos hermanos de Eduardo Puelles han acudido también a la concentración de Pontevedra y han condenado los atentados como "práctica yihadista".


En Galicia, han sido cientos los ciudadanos que han protestado en silencio por los últimos atentados.


En Madrid, tanto la Puerta del Sol como la Plaza de la Villa han albergado concentraciones convocadas por el Gobierno regional y por Ayuntamiento de la capital en las que han participado ciudadanos anónimos que han querido así expresar su repulsa por el atentado.


El alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, ha recordado a los terroristas que "no hay ninguna salida para el terror salvo la cárcel".


La presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, ha guardado un minuto de silencio en San Lorenzo de El Escorial, donde asistía a un curso de la Universidad Complutense, y allí ha transmitido el "dolor" y la "rabia" de los madrileños a las familias de las víctimas.


El presidente catalán, José Montilla, ha encabezado el minuto de silencio celebrado en la Plaza de Sant Jaume de Barcelona, en el que han participado representantes de la Guardia Civil, los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana.


Los servicios de transporte público de la Ciudad Condal -metro, autobuses, tranvías y Ferrocarriles de la Generalitat- se han detenido al mediodía durante varios minutos en solidaridad con las víctimas.


Centenares de ciudadanos se han reunido en silencio ante los ayuntamientos de toda Castilla-La Mancha, cuyo presidente, José María Barreda, ha condenado firmemente el asesinato y ha dicho que "los asesinos jamás podrán con España ni con los españoles".


Andalucía también ha mostrado su repulsa con concentraciones ante los ayuntamientos y diputaciones. En Sevilla han coincidido los presidentes de las ocho diputaciones andaluzas.


En Valencia y frente al Palau de la Generalitat, el presidente autonómico, Francisco Camps, ha dicho que la unidad de los demócratas acabará con ETA y "triunfará la justicia, la libertad y la convivencia en paz".


Los ciudadanos de los 45 municipios murcianos se han sumado a los actos de condena como el celebrado ante el Ayuntamiento de Murcia, en el que el presidente autonómico, Ramón Luis Valcárcel, ha abogado por el endurecimiento de las penas a los terroristas.


Cientos de personas se han concentrado también en Aragón, cuyo presidente, Marcelino Iglesias, ha dicho que lo único que conseguirán los terroristas es "pasar su vida en la cárcel".


El presidente asturiano, Vicente Álvarez Areces, ha encabezado un acto de repulsa frente a la Junta General del Principado, al que han acudido dirigentes políticos y sindicales, mandos de la Guardia Civil y representantes del Arzobispado.


En Extremadura, los ciudadanos han expresado en silencio y mediante comunicados sus condolencias a las familias de las víctimas frente a los consistorios de Badajoz, Cáceres, Mérida, Plasencia o Navalmoral de la Mata.


Unos trescientas personas han guardado silencio en la plaza del Ayuntamiento de Logroño para mostrarse "unidos en defensa de los derechos y las libertades" ante ETA, en un acto encabezado por el presidente riojano, Pedro Sanz.


Representantes de las instituciones canarias y decenas de ciudadanos guardaron un minuto de silencio frente al Parlamento de Canarias y las sedes del Gobierno autonómico en las dos capitales.


Ceuta ha guardado también cinco minutos de silencio frente al Palacio Autonómico y con la presencia de numerosos guardias civiles, en un acto de repulsa encabezado por el presidente de la ciudad autónoma, Juan Jesús Vivas.


El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, estaba hoy en Málaga, donde se ha sumado a la concentración del Ayuntamiento, mientras que en la ciudad autónoma han sido más de un centenar los ciudadanos que han repudiado en silencio el atentado.