TERRORISMO

"La memoria de las víctimas no se extinguirá"

La inspectora zaragozana Rosa Crespo, fallecida en Haití, fue una de las 14 personas homenajeadas ayer.

El Gobierno cuenta con el respaldo pleno del principal partido de la oposición en su estrategia antiterrorista, está en plena sintonía con el PNV y ni una sola fuerza parlamentaria discrepa de sus planteamientos, pero aún tiene trabajo que hacer con las víctimas de ETA. El presidente del Gobierno aprovechó ayer el homenaje a los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado fallecidos en acto de servicio para lanzar una promesa. "Llegará el fin de la violencia de ETA, pero la memoria de las víctimas no se extinguirá", dijo.

Entre los 14 homenajeados había esta vez un único asesinado por la organización criminal, el gendarme francés Jean-Serge Nerin, muerto en marzo. "Le tenemos por uno de los nuestros porque era, como estos lo son, un gran profesional que trabajaba por su país y por el bienestar de los demás, incluso a riesgo de perder la vida a manos de cualquier desalmado", reconoció Zapatero.

"Si permanecemos unidos como sociedad, con firmeza y con determinación, en defensa de nuestra democracia y nuestros valores, apoyando a las fuerzas y cuerpos de seguridad en el buen trabajo que hacen, el fin definitivo de la violencia llegará", aseveró.

El acto, celebrado como cada año desde 2008 en la Moncloa, también contó con un escueto discurso del vicepresidente primero y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien optó por hacer una referencia más lacónica e indirecta a la posición de la organización criminal.

"En estos tiempos de incertidumbres y dificultades", dijo, es necesario recordar a quienes han dado su vida en cumplimiento del deber. "Hay quien dice que son poco propicios para los ideales, pero yo creo que se equivocan. Ellos trabajaron por la esperanza de un país en paz y por un país más seguro; hagamos justicia a esos ideales porque solo así seremos dignos de su memoria", reclamó.

Los familiares de los fallecidos recibieron una placa. Fueron algo más de una docena, entre ellos, los de los agentes destinados en el exterior fallecidos como la subinspectora zaragozana de Policía Rosa Crespo, víctima del terremoto en Haití; o el capitán de la Guardia Civil José María Galera y el alférez Abraham Bravo, asesinados en Afganistán en agosto.