LOS REYES PRESIDEN EL FUNERAL

Más de 2000 personas dan el último adiós a las víctimas del accidente de Spanair

Los reyes de España, Juan Carlos y Sofía, presidieron un solemne funeral en la Catedral de la Almudena, en Madrid, por las 154 víctimas mortales del peor accidente aéreo de los últimos 25 años en España, el ocurrido el pasado 20 de agosto en el aeropuerto de Madrid durante el despegue de un avión de Spanair.


Al funeral, al que asistieron 2.000 personas estuvo oficiado por el arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Antonio María Rouco Varela, acudió también el presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, acompañado por su esposa, Sonsoles Espinosa.


Unos 150 familiares de las víctimas, visiblemente afectados, estuvieron arropados asimismo por otros representantes políticos, como la vicepresidenta primera del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega, entre otros miembros del gobierno, y por el líder de la oposición, Mariano Rajoy.


"Que no estéis solos en estos difíciles y delicados momentos que atravesáis es para todos un imperativo ineludible", dijo a las familias de los fallecidos el arzobispo de Madrid, que les animó a "no perder la fortaleza" y a "vencer serenamente al dolor" para seguir adelante con sus vidas.

Muchos ciudadanos se sumaron al homenaje


Numerosos ciudadanos se sumaron al homenaje a los 154 muertos y se congregaron en la Catedral de La Almudena, que albergó a unas 2.000 personas en total. Otros se agolparon en torno al templo.


El acto religioso, cuya celebración coincidió con el séptimo aniversario de los atentados del 11-S en Estados Unidos, se había previsto inicialmente para el pasado 1 de septiembre, pero la dificultad y consiguiente lentitud en la identificación de los cadáveres hizo que tuviera que retrasarse hasta este jueves. La celebración de un funeral católico solemne causó cierta controversia, ya algunas de las víctimas mortales no profesaban esta confesión.


Compañeros de los tripulantes de Spanair muertos, directivos de la compañía aérea, entre ellos su presidente, Lars Lindgren, voluntarios de la compañía, filial de la escandiva SAS, así como representantes de la estadounidense Boeing, constructora del avión siniestrado acudieron también al funeral, así como miembros de los equipos de emergencia que participaron en las labores de rescate.

Una tragedia sin resolver


El vuelo JK5022, un MD-82 con destino a Las Palmas de Gran Canaria, se estrelló el 20 agosto durante el despegue por causas aún desconocidas y que una comisión técnica está investigando. Sólo 18 de las 172 personas que iban a bordo logró sobrevivir. Una decena de heridos continúa aún ingresada en hospitales madrileños.


El próximo día 17 se celebrará otro funeral en Las Palmas de Gran Canaria, de donde procedía gran parte de las víctimas. A ese acto religioso se prevé la asistencia de los príncipes de Asturias, Felipe y Letizia, y del presidente del gobierno.