El presidente del PP, Mariano Rajoy, arropó ayer a su candidata en Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, para que gane en una región que puede convertirse, según los cálculos de los populares, en el comienzo de la ola de cambio que necesita España. En Albacete, ciudad de nacimiento de De Cospedal, sede ayer del acto oficial de su proclamación como candidata y ante unas 1.800 personas, el líder del PP dejó claros sus planes electorales: «El cambio empieza aquí y luego habrá un cambio en toda España; la gente lo quiere, es necesario para el país, se puede hacer, es urgente que se haga».

Convencidos de que así debe ser, la dirección nacional del Partido Popular casi al completo se dejó ver en un evento concebido para catapultar las opciones de la candidata; de hecho, en contra de lo previsto inicialmente, el acto no lo cerró Rajoy, sino De Cospedal.

Según destacó el líder del partido para ilustrar la relevancia del momento, «María Dolores de Cospedal encabeza el proyecto de cambio más relevante para Castilla-La Mancha de la historia de la democracia».

Después, acabando su intervención, el presidente de los populares recurrió a otra fórmula para reflejar la magnitud del momento, esta más coloquial: «Esto va en serio». Es así, añadió, porque De Cospedal está a la cabeza de un programa «renovado de ilusión y de personas» y colmado, dijo, de eficacia.

Rajoy no ahorró elogios a su número dos y, así, aseguró que ella encarna «la mejor opción, lisa y llanamente», pues «tiene experiencia, entidad, un equipo y un proyecto para todos», tanto para los que votan al PP como para los que piensan en unirse, desencantados con las políticas de José Luis Rodríguez Zapatero.

El relevo en la Junta de Comunidades no es necesario solo por la valía de la candidata del PP, sino también por una cuestión de salud democrática, puntualizó el líder de los populares. «Después de 30 años de monopolio socialista, hay que cambiar, eso lo entiende cualquiera».

Un «Gobierno de cambio»

La presidenta del PP de la región, candidata a presidirla y secretaria general del partido a escala nacional, cerró el evento y, al igual que su líder, llamó la atención sobre la necesidad del cambio, que no pasa tanto por «un cambio de gobierno» como por «un gobierno de cambio».

Urge el relevo porque hay que hacer reformas y devolver Castilla-La Mancha al lugar de prestigio que merece, pero también porque hay que acabar con la etapa de quienes «ven la región como su latifundio».

Según sus palabras, ha llegado la hora de terminar con los «escándalos» en los que, en su opinión, se prodiga el Gobierno de José María Barreda, a quien por cierto no nombró ni una sola vez en su intervención de 30 minutos.

También ha llegado la hora, y de eso tratan las elecciones del 22 de mayo, apuntó, de que una administración renovada en la región dé un empleo digno a los parados, consiga ingresos, acabe con la pobreza, garantice las pensiones de los mayores y eche a un Gobierno «enemigo de la austeridad».

Hechos concretos

De Cospedal denunció dos hechos concretos: ese «bosque de empresas, de organismos públicos y de entidades que solo han valido para que algunos conserven sus privilegios», lo que para ella son «lujos faraónicos», y el impago a los proveedores de más de 90.000 facturas que la Junta «tiene escondidas en un cajón».

En suma, subrayó la secretaria general del PP, hay que poner fin al «despropósito» en que se ha convertido el Gobierno socialista de Castilla-La Mancha.

Cuando eso ocurra, y María Dolores de Cospedal cree que puede ocurrir el 22 de mayo por primera vez desde que hay democracia, un nuevo Ejecutivo del PP pondrá en marcha reformas cruciales, bajará los impuestos, impulsará la inversión y hará competitivos los negocios.