TRIBUNALES

María Emilia Casas: "Confío y reclamo que este cuestionamiento sea pasajero"

María Emilia Casas considera que la Constitución "ha permitido un desarrollo de nuestro país y un bienestar de nuestra sociedad desconocidos", pero que plantearse su reforma "es un debate también propio de una sociedad madura". En una entrevista con motivo del XXX aniversario del texto constitucional, la presidenta del Constitucional (TC) reclama "lealtad y respeto" para el tribunal.


PREGUNTA.- Acaba de cumplirse el trigésimo aniversario de la Constitución ¿Hay motivos para la celebración?


RESPUESTA.- Sin duda alguna. Es la Constitución más sabia que nos hemos dado los españoles y que a lo largo de estos 30 años ha regido nuestra convivencia en paz, en libertad y en democracia y ha permitido un desarrollo de nuestro país y un bienestar de nuestra sociedad desconocidos.


P.- ¿Necesita retoques o ha envejecido bien?


R.- Ha envejecido bien, muy correctamente. Gracias a la tarea de todos, pero muy señaladamente de este tribunal, que con la interpretación que ha venido haciendo de los preceptos constitucionales ha permitido también el entendimiento de estos para satisfacer las necesidades de cada momento. Pero la interpretación evolutiva del Constitucional tiene un límite. El TC interpreta la Constitución, pero no puede reformarla. Creo que 30 años después es un debate también propio de una sociedad madura plantearse la reforma. La Carta Magna regula los procedimientos para su reforma. En consecuencia, debatir y en su momento reformarla es seguir aplicándola.


P.- Para llevar a cabo esa reforma, ¿sería deseable recuperar el clima de consenso en el que nació la Constitución?


R.- El consenso que alumbró la Constitución debe estar en su reforma. Lo exige la propia Carta Magna y la sociedad española. Es una norma muy seria, muy importante y si tiene que ser una Constitución de todos y para todos su reforma ha de ser igualmente de todos y para todos.


P.- Ahora el tribunal es cuestionado por la clase política ¿Confía en que sea pasajero?


R.- No solo confío en ello, sino que lo reclamo. Hay algo muy importante que todos tenemos que observar, que es la lealtad a la Constitución. Pero esta es lealtad al TC. Es el único órgano que puede determinar la constitucionalidad de la Ley en nuestro sistema democrático.


P.- ¿Ha afectado al tribunal esa situación, a la que usted se refirió como "turbulencias"?


R.- Esas turbulencias nunca han afectado al TC y al tiempo que las denuncié también señalé que el tribunal saldría fortalecido a través del cumplimiento de la función que la Constitución le encomienda. Creo que estamos en esta fase, que el tribunal lo demuestra todos los días con las numerosas resoluciones que dicta y lo seguirá demostrando.


P.- ¿La falta de acuerdo para la renovación evidencia esa falta de lealtad?


R.- Siempre he señalado que cumplir la Constitución es cumplirla en todos sus términos. La Constitución ordena la renovación de los órganos constitucionales y ordena y regula la renovación de este TC. No puedo más que lamentar que esa renovación no se produzca.


P.- Una sentencia dictada por el TC en 1983, la de la Loapa, marcó el desarrollo del Estado autonómico ¿La del 'Estatut' tendrá la misma trascendencia?


R.- Sin duda, porque el objeto de esa sentencia es una norma muy importante. Los Estatutos son normas subordinadas a la Constitución que se aprueban como leyes orgánicas en el Parlamento y son la norma de cabecera del ordenamiento de la comunidad. Por tanto, son normas integrantes del llamado bloque de la constitucionalidad.


P.- ¿Se puede hablar de un plazo?


R.- No puedo comprometer un plazo. El tribunal está trabajando muchísimo, deliberando de una manera continuada, seria y rigurosa. La impugnación es muy amplia y el tribunal resolverá lo antes posible.