MADRID

Los jóvenes de Majadahonda y Pozuelo eluden a la Policía llevando las fiestas a las afueras

Convocadas vía Internet se celebraron al aire libre en polígonos industriales, una alternativa a los accidentados botellones en el centro

Los jóvenes de Pozuelo de Alarcón y Majadahonda abandonaron durante el fin de semana las fiestas patronales en el núcleo urbano, para desplazarse hasta los polígonos industriales y continuar su fiesta lejos del control policial. De este modo, se convocaron a través de las redes sociales de Internet y organizaron ‘raves’ ilegales como denuncia a la que consideran “desproporcionada” actuación de la Policía el pasado fin de semana.


Un centenar de jóvenes, algunos de ellos menores de edad, buscaron alternativas a sus planes de fin de semana habituales que incluye el consumo de bebidas alcohólicas en la calle, al conocer el fuerte dispositivo policial que operaría en sus localidades para evitar los disturbios que el pasado fin de semana se desarrollaron en Pozuelo. De este modo, se citaron a través de las redes sociales de Internet, como Facebook o Tuenti, y se concentraron al aire libre para beber mientras disfrutaban de la música pinchada en directo por un DJ.

“Es mejor que la discoteca”

 

Los asistentes a estas ‘raves’ afirmaron que estos encuentros “son una buena alternativa” a las fiestas patronales de botellón en el parque o a la orquesta de la plaza. “Esto es algo gratuito, mejor que una discoteca”, dijo Carlos, un joven de Pozuelo de 19 años, que junto a sus amigos aseguraron que este tipo de fiestas “consiste en música y alcohol” pero “sin molestar a nadie”.

Mientras tanto, los jóvenes de Majadahonda, cuyas fiestas comenzaron este fin de semana, creen que a partir de los incidentes de Pozuelo y el gran despliegue policial, no podrán disfrutar de ellas. Irene, de 18 años, aseguró que “en Majadahonda van a estropear las fiestas como las han estropeado en Las Rozas o en Pozuelo, por un motivo absurdo. Allí pegaron porrazos a todo lo que se ponía por delante”. La joven denunció así la “desproporcionada” actuación policial que, a su juicio, se llevó a cabo en Pozuelo la semana anterior y dijo que a una de sus amigas, “que lo más que había hecho era llevar dos copas de más”, la golpearon.


Irene no descartó la posibilidad de que estos altercados o similares se produzcan en Majadahonda en el transcurso de las fiestas, mientras que algunos de sus compañeros creen que las medidas adoptadas por la Policía evitarán algunos incidentes. “Se puede liar la cosa, pero como no van a dejar llevar botellas de cristal, botellazos no va a haber por lo menos”, apuntó Carlos.

Mientras tanto, en los núcleos urbanos varias furgonetas de la Policía Nacional, Municipal y de las Brigadas Especiales de Seguridad de la Comunidad de Madrid vigilaban el fin de fiesta en Pozuelo de Alarcón. Los agentes se desplazaron al centro festivo y a la estación de Cercanías, donde controlaban que los pasajeros no bebieran alcohol ni portaran bebidas alcohólicas.

Ni una intoxicación etílica

José Joaquín, que venía de Alcorcón a pasar las fiestas con unos amigos de Pozuelo, fue uno de los chavales que se topó con los agentes en la estación con un litro de cerveza en la mano. “Como sabíamos que estaba prohibido el botellón, hemos preguntado a la Policía municipal que estaba en la calle y nos ha dicho que no había ningún problema con ir con un mini por la calle y que el problema estaba en sentarte en un sitio para tomarlo”, apuntó.


Una ambulancia del Servicio de Emergencias de Pozuelo estaba aparcada junto al recinto ferial. Su portavoz, Juan Antonio González, informó de que este fin de semana no atendieron a ningún herido ni ninguna intoxicación etílica y que el ambiente “está muy tranquilo”. Un relativo silencio que permitía escuchar la actuación de Amaral desde casi todo el municipio.