Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Los afectados por el accidente de Spanair califican el informe de ofensivo y parcial

La presidenta de la Asociación de Afectados se mostró muy dura con el informe, porque se esperaba el resultado de una investigación en profundidad, «sobre todo después de los tres años que han tardado en hacerlo», y lo que publicaron el pasado viernes es una completa «chapuza».

Rueda de prensa de la Asociación de Afectados por el Accidente de Spanair
Los afectados por el accidente de Spanair califican el informe de ofensivo y parcial
EFE

La Asociación de Afectados del Vuelo JK5022 consideran que el informe definitivo publicado por la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC) sobre el accidente del avión de Spanair de agosto de 2008 es «ofensivo, parcial e incompleto».

La presidenta de la asociación, Pilar Vera, señaló en rueda de prensa que el análisis de la CIAIAC no muestra ningún respeto hacia las 154 víctimas, ni hacia los 18 supervivientes o hacia las familias de los fallecidos, y sus "conclusiones", además, "nos han defraudado".


Para Vera, no se puede echar la culpa "únicamente" a un eslabón de la cadena de circunstancias que causaron el accidente aéreo "como se quiere hacer en el informe con los pilotos", porque fue una cadena de fallos.


La presidenta de la Asociación de Afectados se mostró muy dura con la CIAIAC y con el Ministerio de Fomento, porque se esperaba el resultado de una investigación en profundidad, «sobre todo después de los tres años que han tardado en hacerlo», y lo que publicaron el pasado viernes es una completa «chapuza».


Según Vera, una de las supervivientes del accidente del 20 de agosto de 2008, Fomento «ha fracasado» y desde luego «hemos perdido toda la confianza en esas autoridades porque no sólo han perdido una oportunidad de realizar una profunda investigación que ayude a mejorar la seguridad», sino que encima «echan la culpa al muerto».

«El informe oculta los fallos que causaron el accidente»

El informe «tapa» deliberadamente, a juicio de la presidenta de los afectados, el resto de los fallos que causaron el accidente, acusa a los pilotos, "lo que es indignante", y se diluye a lo largo del informe con razonamientos sobre el mal funcionamiento del TOWS y del relé 2.5, sin entrar al fondo de la cuestión.


Pilar Vera anunció que han presentado una carta de queja a través del Registro del Ministerio de Fomento, mostrando su "repulsa" por el informe, dado que el ministro, José Blanco, no ha querido recibirles para exponerle sus quejas.


El decano del Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial (COPAC), Luis Ignacio Lacasa, que asistió a la rueda de prensa, criticó también a Fomento, ministerio al que acusó de perder parte de su credibilidad con el informe y de comprometer la seguridad aérea española.


Para Lacasa, la CIAIAC ha pasado de puntillas por algunos aspectos que deberían haber sido analizados más en profundidad y por ello es «parcial», y añadió que los pilotos tenían muchas esperanzas en el informe y que éste les ha defraudado.


Ante la situación, desde el COPAC se ha solicitado una revisión independiente del informe por especialistas nacionales e internacionales, y cuando se tenga se va a llevar ante la Comisión de Fomento del Congreso.


Respecto a las declaraciones de la presidenta de la comisión de investigación, Rosa María Arnaldo, de que el avión podría haber remontado el vuelo, Lacasa indicó que el informe pericial apunta que era imposible, y además los pilotos no estaban entrenados para resolver esa situación, ni el avión preparado.


Tanto Vera como Lacasa dejaron en el aire la posibilidad de que existiese una posible connivencia entre la administración, los fabricantes y los operadores (compañías aéreas) para que el informe no entrase en detalles más profundos, y no aludiese, por ejemplo, a un fallo en el diseño del avión accidentado, un MD-82 de Boeing.


El avión de Spanair del vuelo JF5022, con matrícula EC-HFP, y destino a Gran Canaria, sufrió un accidente en el momento del despegue en el aeropuerto de Barajas el 20 de agosto de 2008, en el que murieron 154 personas, de ellas 148 pasajeros y seis tripulantes. Dieciocho personas lograron sobrevivir.


Y esas dieciocho son, según la presidenta de la asociación, dieciocho testigos que no van a poder callar.