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López Garrido se niega a renunciar a la Secretaría de Estado por una "acusación falsa"

Subraya que el juez no le "imputa nada" y reitera la legalidad de las ayudas a una fundación próxima al PSOE.

El secretario de Estado para la UE, Diego López Garrido, señaló ayer que en una sociedad democrática no se pueden pedir dimisiones porque alguien acuse falsamente a otra persona, como ha ocurrido -dijo- en su caso e insistió en que la denuncia contra él "no tiene ninguna sustentación".

 

Antes de asistir a una conferencia del ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Ahmet Davutoglu, se refirió a su imputación por un supuesto delito de prevaricación y malversación de fondos públicos por las subvenciones concedidas a la Fundación Alternativas. El Centro Jurídico Tomás Moro, autor de la querella, acusa al secretario de Estado de conceder ayudas por importe de 60.000 y 18.000 euros a la citada asociación, próxima al PSOE y de la que fue patrono.

 

El ex portavoz parlamentario socialista repitió que las ayudas a fueron "absolutamente legales" y que él ya no era patrono de la fundación en el momento de las adjudicaciones, ya que presentó su baja "siete días después" de ser nombrado secretario de Estado.

 

Para López Garrido, un responsable político tiene que saber "cuándo tiene que irse cuando hay toda una serie de procedimientos e investigaciones realizadas por la Policía y los jueces de una entidad enorme, como conocemos que existen en España". Estos casos, a su juicio, "no tienen punto de comparación" con una "acusación falsa" de una asociación que culpa a una persona de "una cosa que no es verdad". "¿Cómo puede eso producir una dimisión?", se preguntó el secretario de Estado, quien volvió a reiterar que en su caso no hay "ningún tipo de problema" y eso es lo que quedará claro ante del juez.

 

Añadió que hay que luchar contra las denuncias falsas porque "si no están en manos de los querellantes profesionales". Indicó que no se pueden pedir dimisiones porque alguien acuse falsamente a otro. "Entonces estaríamos poniendo en manos de todos los desaprensivos del mundo el hacer dimitir a medio Gobierno", recalcó. Explicó que el juez le ha citado para que "vaya en calidad de imputado por otra persona", pero -resaltó- no le acusa "de nada" ni le "imputa nada", lo que hace es iniciar una investigación.

 

Sobre las subvenciones objeto de la querella, afirmó que el procedimiento se ha seguido "estrictamente", con una comisión de evaluación de la que él no forma parte y "nadie ha impugnado nunca una de estas convocatorias ni adjudicaciones". De hecho, destacó, "las personas que han hecho esta acusación falsa no se han presentado ni tienen nada que ver con estos asuntos".

 

Mientras, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, aseguró que López Garrido tendría que sopesar si deja al cargo. "No pido la dimisión, pero estamos en un momento delicado para España porque se acerca la Presidencia semestral de la UE y quizá debería plantearse si no es mejor, para no perjudicar el papel de España, que renuncie al cargo". Sin embargo, desde el Gobierno, Miguel Ángel Moratinos, ministro de Exteriores, hizo hincapié en que tiene "plena confianza" en el secretario de Estado.