La indignación de las víctimas del terrorismo salió a la calle al tiempo que lo hacía el etarra José Ignacio de Juana Chaos después de 21 años en prisión, quien ha optado por no regresar de momento a su casa de San Sebastián para evitar la expectación mediática que allí le esperaba.

Mientras él "se perdía" en algún punto de su camino hacia la capital donostiarra, allí, decenas de personas, también a mediodía y convocadas por la asociación Dignidad y Justicia, se concentraron para protestar por la puesta en libertad de De Juana y rendir un homenaje a todas las víctimas del terrorismo.

Lo hicieron junto al monolito situado en los jardines de Alberdi Eider en memoria de todas las víctimas, y estaban, entre otros, el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, y la portavoz de UPyD, Rosa Díez.

La vicepresidenta de Dignidad y Justicia, Sonsoles Arroyo, tomó la palabra y se refirió a los terroristas como "escoria" antes de hacer un llamamiento para acabar con la "impunidad" de los etarras.

A la misma hora, en Madrid, al lado de otro monumento también en recuerdo de las víctimas, situado en la plaza de la República Dominicana, donde De Juana mató a doce guardias civiles en un atentado con coche-bomba, se congregaron numerosas personas, incluida la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal.

En declaraciones a los periodistas lamento la salida de la cárcel de De Juana, al que calificó como un "criminal, chantajista y asesino". A continuación, afirmó: "Todos los españoles de bien nos preguntamos que si las leyes que tenemos permiten que un asesino pueda salir de la cárcel y que nos sintamos como nos sentimos indignados, estas leyes habrá que cambiarlas".

"Porque las leyes, para ser buenas leyes, deben responder a la sensibilidad de los ciudadanos, a la dignidad y a la justicia, y es en eso en lo que estamos trabajando", concluyó De Cospedal entre gritos a favor de la cadena perpetua por parte de los asistentes.

Insultos a Zapatero

Habían sido emplazadas por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), cuyo presidente, Juan Antonio García Casquero, aseguró durante su intervención que el Gobierno "podía haber hecho más" para evitar la excarcelación del etarra. 

Por su parte, en su primera jornada de su viaje a México, la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, leyó una breve declaración sin preguntas en relación con la salida de prisión del etarra. "Al Gobierno como a la inmensa mayoría de ciudadanos españoles" le repugna que el etarra Ignacio de Juana Chaos "esté en la calle", sentenció la vicepresidenta, que subrayó que, sin embargo, "el Gobierno como a la inmensa mayoría de ciudadanos" creen que "la ley y el Estado de derecho son los pilares de nuestra democracia".

"A partir de ahora, el Gobierno, la Fiscalía General del Estadio, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado van a estar especialmente vigilantes para que ni la memoria ni la dignidad de las víctimas pueda ser vulnerada", advirtió De la Vega, que añadió que si esa circunstancia se produjera actuarían "con la misma diligencia que contundencia". "En definitiva no nos gusta que De Juana esté en la calle, nos repugna. Somos mejores porque acatamos escrupulosamente la ley y no toleraremos el menor atisbo de menosprecio a las víctimas", concluyó.