POLÉMICA EN LA CASA REAL

Las opiniones de la Reina contra el matrimonio homosexual levantan polémica

La escritora Pilar Urbano ha presentado su último libro "La Reina muy de cerca", donde Doña Sofía responde a numerosas preguntas que se están planteando en la actualidad, desde un punto de vista "personal" y con "criterios moralistas".

Las opiniones de doña Sofía sobre temas tan sensibles como la homosexualidad, el aborto o la eutanasia, recogidas en el libro de Pilar Urbano 'La Reina, muy de cerca', han abierto la caja de los truenos. La Reina no acepta que a las uniones de homosexuales se les llame matrimonio, se muestra contraria al aborto y la eutanasia y a favor de la enseñanza da la religión en las escuelas. Sus palabras han indignado a los colectivos de homosexuales, que reclaman a la Casa Real que rectifique unas opiniones "inaceptables" e "inauditas" sobre las uniones de personas del mismo sexo. Unas manifestaciones que estos colectivos consideran "una intolerable salida de tono", que han obtenido respaldo de asociaciones pro vida y reacciones muy variadas en el mundo de la política.


La polémica pillo a los Reyes en el Salvador, donde asisten a la Cumbre Iberoamericana. Allí, la Casa Real desmintió en un comunicado que esas manifestaciones contrarias a los matrimonios homosexuales puedan atribuirse a doña Sofía. El texto señala que las expresiones recogidas en el libro "no se corresponden con exactitud a las opiniones vertidas" por la Reina.


Los pretendidos comentarios de doña Sofía, puntualiza la Casa Real, "no reflejan la profunda actitud de respeto de Su Majestad la Reina hacia todas las personas, su cercanía por quienes sufren, son perseguidos o discriminados". Esa opinión, prosigue el comunicado, "tampoco reflejan la impecable trayectoria de absoluto respeto y neutralidad mantenida -como es público y notorio- por Su Majestad la Reina frente a los asuntos objeto de polémica en la vida pública española e internacional y, en particular, frente a aquellos ámbitos objeto de decisiones adoptadas por los representantes de la soberanía nacional".


Doña Sofía, concluye la Casa Real, "lamenta profundamente que la inexactitud de las palabras que se le atribuyen haya producido malestar o disgusto en personas o instituciones a las que siempre ha profesado y profesa un profundo respeto".


Desde luego, el malestar existe. La Federación Estatal de Lesbianas Gays Transexuales y Bisexuales (FELGTB) exigió la rectificación de unas manifestaciones que juzgó «inauditas». Su presidente, Antonio Poveda, expresó su "tremenda sorpresa" por unas palabras que "cuestionan desde la Casa Real los derechos de un parte de la ciudadanía, las disposiciones del Parlamento y las instituciones democráticas". Lamentó la "frivolidad" de la Reina "al dudar de que se pueda sentir orgullo de ser gay y demostrarlo". Un orgullo que, según Poveda, "es el símbolo de nuestra lucha para acabar con la homofobia".


La Reina asegura en el libro que puede "comprender, respetar y aceptar que haya personas con otra tendencia sexual" pero "¿que se sientan orgullosos de ser gays?, ¿que se suban a una carroza y salgan en manifestaciones? Si todos lo que no somos gays saliéramos en manifestación colapsaríamos el tráfico" dice doña Sofía. "Si esas personas quieren vivir juntas, vestirse de novios y casarse, pueden estar en su derecho, o no, según las leyes de su país: pero que a eso no le llamen matrimonio, porque no lo es. Hay muchos nombres posibles: contrato social, contrato de unión" dice la Reina.

Metedura de pata

"Vamos a luchar contra unas manifestaciones tan impertinentes que no son permisibles. Exigiremos su retirada y sus disculpas", dijo Miguel Ángel González, portavoz de COGAM (Colectivo de Lesbianas, transexuales y bisexuales de Madrid) "indignado" ante las opiniones "increíbles" de doña Sofía antes de conocer el comunicado de la Casa Real.


"Es inaceptable que se manifieste así cuando muchísimos homosexuales, lesbianas, transexuales y bisexuales han dado con sus huesos en la cárcel" agregó Delgado, que recordó el infierno soportado por estos hombres y mujeres antes de la llegada de la democracia. Anunció acciones de protesta y afirmó que "si esta mujer no se retracta o abdica, gritaremos ¡viva la República!»


Otras asociaciones de homosexuales como la Fundación Triángulo, exigen también la rectificación de unas palabras que consideran "una enorme metedura de pata".


En el mundo de la política las reacciones fueron desde la cautela al respaldo, pasando también por la exigencia de una rectificación. El portavoz del Grupo socialista en el Congreso, José Antonio Alonso, optó por una postura neutra y zanjó la cuestión con un escueto "no vamos a hacer ninguna valoración respecto del libro".


Desde el PP, el diputado Vicente Martínez Pujalte dijo que "la Reina ha cumplido una función muy importante en España, y que ella de su opinión, que no condiciona ninguna actuación política, nos parece muy bien".


"Por el bien de la institución, la Reina debería guardarse sus opiniones, que no comparto, en especial las que son polémicas y afectan a decisiones de los órganos representativos del Estado, como es el Parlamento", dijo el portavoz de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares.


"El Parlamento, y no la Reina, es el que ha decidido que la unión entre homosexuales es tan matrimonio como la unión entre heterosexuales", advirtió Llamazares, que cree que estas opiniones "no benefician a la Casa Real" y la sitúan "en un espacio conservador".


Personales

Para Pilar Urbano, las manifestaciones de la Reina son «opiniones personales de una mujer que expresa con sinceridad sus criterios morales». Recordó la escritora y periodista que doña Sofía -que cumple setenta años este domingo- "no habla con la voz de Zarzuela". "Ni reina ni gobierna; expresa a título personal unas opiniones que yo le demando de mujer a mujer" precisó Urbano.


En el libro, que cuenta con el beneplácito de la Casa Real, la Reina respalda la clase de religión y asegura que "los niños necesitan una explicación del origen del mundo y de la vida". Se muestra de acuerdo con "la muerte digna", pero no con la eutanasia o el aborto. "No soy partidaria. La vida y la muerte no están en nuestras manos" y "hay que respetar a toda criatura viviente" dice.


La Asociación Pro-Derecho al Aborto juzgó como «imprudente e inaceptable» el pronunciamiento de la Reina. Por contra, colectivos pro-vida como Hazte oír o Foro de la Familia felicitaron a la Reina "por su claridad moral" y su "sensibilidad".