ETA

Las cárceles españolas registran siete etarras más al mes desde la ruptura del alto el fuego

Fuentes penitenciarias afirman que esta es la cifra más alta de la historia de la banda terrorista y representa un incremento del 35 por ciento con respecto al número de presos durante la última tregua de ETA.

Las cárceles españolas albergan a día de hoy a 614 presos de ETA, entre militantes de la banda terrorista, miembros de grupos de violencia callejera y de su entorno político, 161 más que en diciembre de 2006, cuando se produjo el atentado de la T-4 en Madrid, lo que supone siete reclusos etarras más cada mes.


Según han confirmado fuentes penitenciarias, ésta es la cifra más alta de la historia de la banda terrorista y representa un incremento del 35 por ciento con respecto al número de presos durante la última tregua de ETA.


Habría que remontarse a finales de los años 60, en plena dictadura franquista y en los inicios de la actividad violenta de ETA para encontrar un número de presos del entorno etarra o del independentismo vasco radical cercano a los seis centenares.


De los 614 internos de ETA en los centros penitenciarios españoles, 413 cumplen condena y el resto -201- se encuentran en situación de prisión preventiva a la espera de juicio.


El colectivo de presos etarras tiene entre sus filas a 522 hombres y 92 mujeres, en proporción similar a la que históricamente ha contado la militancia de la banda terrorista.


Desde la tregua de 1999, en que el número de reclusos de la banda se movió entre los 370 y los 380, el colectivo ha ido creciendo de forma ininterrumpida hasta 2008.


A los más de 600 presos en cárceles españolas hay que sumar los más de cien que ocupan una celda en Francia, número que también crece cada año debido a la intensa colaboración policial y judicial de las autoridades galas en la lucha contra ETA.

'Doctrina Parot'


El incremento exponencial de presos etarras se debe, por un lado, a las nuevas encarcelaciones derivadas de procesos judiciales como el de EKIN y, por otro, a la aplicación de la llamada 'doctrina Parot'.


Esto ha hecho que los beneficios penitenciarios para los etarras se computen sobre el total de la pena impuesta en la sentencia y no sobre el máximo de 30 años previsto en la legislación española, prolongando así su estancia en prisión.


De este modo, el preso de ETA más "antiguo" es José María Sagardui "Gatza", encarcelado en 1980 por el asesinato de un policía local de Gernika y que saldrá de prisión en 2010, tras cumplir 30 años de cárcel.


Estaba previsto que Sagardui fuera puesto en libertad el año que viene, pero la aplicación de la 'doctrina Parot' hará que permanezca un año más, hasta los 30 años de aplicación efectiva, el máximo permitido.


Otro de los motivos de la larga condena de "Gatza" es un intento de fuga protagonizado en marzo 1993 de la cárcel de Granada, aprovechando un agujero practicado en el techo de su celda.


Por contra, los presos de ETA más recientes en España son los cuatro presuntos miembros del 'comando Nafarroa' -Aurken Sola Campillo, Xabier Rey Urmeneta, Sergio Boada Ezpoz y Araitz Amatria-, detenidos en una operación de la Policía hace dos semanas en Navarra y Valencia.

A éstos se podrían sumar hoy los tres arrestados esta semana por su presunta pertenencia a la organización ilegal SEGI -Irati Mujika Larreta, Mikel Beunza Oroz y Oihan Unai Ataun Rojo-, que hoy pasarán a disposición del juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska.